Mientras muchos panameños se vistieron de gala y fiestaron hasta el amanecer celebrando la llegada de nuevo año, un viejo menesteroso arrastra sus miserias y necesidades mientras recoge latas y husmea entre los tachos de basura.
Esta escena se ha vuelto tan común en las diferentes avenidas de la urbe capitalina que para muchos panameños ya pasa desapercibida y esto es preocupante. |