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Artillero apunta a base talibán.  |
Las fuerzas estadounidenses y afganas parecían estar ayer tras la pista del recluido líder Talibán, mullah Mohammad Omar, en las montañas del sur de Afganistán.
Nueva York y Washington recibieron el año nuevo unidos por su necesidad de dejar atrás los atentados suicidas del 11 de septiembre, que originó la guerra en Afganistán.
Pero Osama bin Laden, el hombre que Estados Unidos acusa de ser el autor intelectual de los atentados que cobraron la vida de más de 3.000 personas, todavía está prófugo.
Omar es el segundo, después de Bin Laden, en la lista de los hombres más buscados por Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses dicen que Omar podría estar escondido cerca de Baghran, en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, a unos 160 kilómetros al noroeste de Kandahar, el ex bastión del Talibán.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa dijo que existen fuentes de inteligencia que sostienen eso.
El jefe de inteligencia antitalibán en Kandahar dijo que había pedido a los habitantes de Helmand que entregaran a Omar.
"Le hemos pedido que nos entreguen a Omar, pero no le hemos dado un ultimátum", dijo Haji Gullai a Reuters. "Tenemos dos metas: desarmar a personas irresponsables y capturar a Omar, quien es un criminal para el pueblo afgano y el mundo".
El funcionario también informó que él y sus aliados tribales reunieron una fuerza de hasta 2.000 combatientes, pero rehusó decir en qué lugar de allí piensa que se halla Omar.
El religioso, que estampó su visión extremista del Islam en Afganistán, fue expulsado de Kandahar en diciembre cuando su gobierno colapsó bajo fuertes bombardeos estadounidenses.
Por otro lado, Zacarías Moussaoui, el primer acusado en relación con los atentados del 11 de septiembre, deberá comparecer en corte el miércoles para enfrentar cargos de conspiración, con Bin Laden y otros, para asesinar a miles de personas.
Moussaoui, de 33 años, un ciudadano francés de origen marroquí, será instruido de cargos formalmente en una corte federal de Alexandria, en el estado norteamericano de Virginia.
Un portavoz militar estadounidense dijo que el ataque de dos bombarderos, un B-18 y un B-52, en la localidad de Qalaye Niazi, cuatro kilómetros al norte de la capital provincial de Gardez, destruyó un edificio que era usado por combatientes de la organización Al Kaidah (La Base) de Bin Laden y sus aliados afganos del Talibán. |
