Con el primer minuto del año 2002, doce países de la Unión Europea reemplazaron monedas tan famosas como el franco francés, el marco alemán y la peseta española con una nueva moneda única: el euro.
Se trata del cambio monetario más grande de la historia para unos 300 millones de personas y es la culminación de un largo proceso que se inició en 1999.
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, describió la llegada del euro como un nuevo capítulo en la historia. En declaraciones a la BBC, Prodi se refirió también a la negativa británica a adoptar el euro.
El euro sustituirá a las monedas nacionales de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal en una fase comprendida entre el 28 de enero y el 28 de febrero.
Tres de los quince países de la Unión Europea no han adoptado el euro: Reino Unido, Suecia y Dinamarca.
Para satisfacer la demanda de la nueva moneda, el llamado Eurosistema, integrado por el Banco Central Europeo (BCE) y los doce bancos emisores nacionales, encargaron la impresión de más de 15.000 millones de billetes y 52.000 millones de monedas por un valor de 646.000 millones de euros. |