Más de un centenar de países firmarán hoy en Oslo el tratado internacional que prohíbe las bombas de racimo, acordado el pasado mayo en Dublín.
El acuerdo prohíbe el uso, desarrollo, fabricación, adquisición y almacenamiento de las bombas de racimo y mejora la asistencia a las víctimas, la mayoría civiles.
A los países firmantes se les permitirá colaborar en operaciones militares con otros estados que no hayan rubricado el acuerdo, salvo en los aspectos relacionados con el uso de estas armas.
El acuerdo no ha sido suscrito por algunos de los principales fabricantes y usuarios de bombas de racimo, como Estados Unidos, Rusia, China, India, Israel y Pakistán.