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Kim Clijsters |
Es la número uno del mundo y la defensora del título en el Campeonato de la WTA que cierra esta semana en el tenis femenino, pero ni siquiera otra victoria en el torneo que reparte tres millones de dólares podría evitar que Clijsters no se sienta que ocupa un lugar ajeno.
La belga no se siente como la verdadera número uno y ni siquiera cree ser una verdadera campeona. Es un final triste y vacío para un año que prometía mucho más, pero durante el cual, en el balance, ella siempre se quedó con las ganas de conquistar al menos alguno de los títulos más importantes.
La estadounidense Serena Williams dio vuelta un partido increíble y la venció en las semifinales del Abierto de Australia antes de ganar el título en Melbourne y con ello el llamado "Serena Slam" por sus conquistas consecutivas en los cuatro torneos más grandes.
Meses después, su compatriota Justine Henin-Hardenne la derrotó en la final del Abierto de Francia, sobre el polvo de ladrillo de Roland Garro. |