Doce de las personas que fallecieron el lunes en el incendio del bus 8B-06 eran evang�licas y muy creyentes de la palabra de Dios.
Ayer fueron las honras f�nebres de Melva S�nchez, Noritza Tejada, Mayra Vega, Iv�n Castillo, Milagros Valencia, David Ram�rez y la misa de cuerpo presente de Marcela Rojas.
"Se han perdido a hombres y mujeres de guerra, pero no es la muerte la que puede separarnos del amor de Dios", fueron las palabras del pastor Eusebio Riquelme, durante las honras f�nebres de la pastora Noritza Esther Tejada Lasso, oriunda de la isla de San Miguel. Nacida el 28 de septiembre de 1965, ten�a cuatro hijos, el m�s peque�o Juan Daniel, quien el pasado lunes 23 de octubre iba junto a su madre en el bus incendiado, pero a quien Noritza arrebat� de los brazos de la muerte.
Alabanzas y aplausos dirigidos hacia el Se�or, fueron constantes en el sepelio de Noritza, "una mujer que tom� su herencia (su peque�o hijo) y la coloc� lejos del bus incendiado, aunque ella sab�a que lo que ven�a era una situaci�n muy dif�cil", sostuvo el pastor Riquelme en la misa realizada en la capilla del Parque del Recuerdo, lugar donde se reunieron familiares y amigos para darle un hasta luego a Noritza.
UN HASTA LUEGO
En este mismo lugar se realiz� el sepelio de Melva Elena S�nchez, otra de las v�ctimas.
La ceremonia fue oficiada por el pastor Gabriel Rodr�guez, de la iglesia El Porvenir, de El Valle de San Isidro, quien record� a los presentes que la partida de Melva, m�s que un adi�s era un hasta luego, ya que fue llamada a la casa del Se�or, donde encontrar� la paz.
Esta joven de 36 a�os, dej� a tres hijos, los cuales se mostraban incr�dulos ante la fuerte prueba que les puso el destino.
MURI� JUNTO A SU PADRASTRO
A las 3 de la tarde en el Parque del Recuerdo, fueron las honras f�nebres de la menor Milagros Valencia Alvarado, de 15 a�os, quien cursaba estudios en la Escuela Santa Familia. Esta ni�a muri� junto a su padrastro Iv�n Castillo. El d�a de la tragedia ambos se dirig�an hacia una cita m�dica.
Al lugar llegaron compa�eros del colegio, quienes en medio de l�grimas, describieron a esta ni�a como muy dulce y cari�osa.
BUEN ENTRENADOR
Horas antes, en la Iglesia Don Bosco, familiares y amigos del padrastro de Milagros, Iv�n Edmundo Castillo, de 59 a�os, participaron en las honras f�nebres de este hombre, quien era parte del cuerpo t�cnico de la Selecci�n Nacional de Baloncesto y que tambi�n muri� carbonizado.
El cuerpo de Castillo fue identificado por un collar de plata, el cual ten�a un ancla, seg�n inform� su sobrina Nitzia Rangel.
En el sepelio estuvieron presentes el ministro de Salud, Camilo Alleyne y el alcalde de San Miguelito, H�ctor Carrasquilla, entre otras autoridades y dirigentes deportivos.
El presidente de la Federaci�n Nacional de Baloncesto, Miguel Sanchiz Jr., manifest� que Castillo "era un gran entrenador y colaborador voluntario en todas las categor�as del baloncesto, era el tipo de dirigente deportivo que necesita el pa�s y los j�venes".
Entre los triunfos que consigui� Castillo para Panam� en este a�o, estaban: medalla de oro en los Juegos Centroamericanos que se realizaron en Panam� e igualmente alcanz� la dorada en el Centrob�squet; medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Cartagena, Colombia, y la clasificaci�n al Mundial de Baloncesto en Jap�n. En el 2005 consigui� la dorada en los Juegos Bolivarianos y la clasificaci�n al Mundial de Baloncesto en Rep�blica Dominicana.
Castillo estaba casado con Yeya de Castillo, era padre de cinco hijos y laboraba en el Ministerio de Salud de Cerro Batea.
Las cenizas de Castillo ser�n veladas por tres d�as en la casa de su madre, Olga Adames, mientras se adelantan los permisos para arrojarlas en las aguas del Canal de Panam�, sue�o que siempre tuvo el hoy occiso.