El hampa se apoderó la noche del lunes de miles de dólares que formaban parte de las finanzas de la Universidad de Panamá.
Todo comenzó cuando un sujeto encañonó con un arma de fuego, a uno de los agentes de seguridad de la alta casa de estudios, quien se encontraba cerrando uno de los portones del campus central.
Al parecer, el delincuente y sus compinches tenían horas escondidos detrás de unas plantas ornamentales esperando que la totalidad de estudiantes y profesores se retiraran de las instalaciones para ejecutar su plan.
Los ladrones sometieron al desprevenido y desarmado celador, al que amordazaron y escondieron en uno de los baños de La Colina, donde se encuentran las oficinas administrativas centrales de la Universidad.
Como no pudieron forzar la puerta de la oficina de pago del Departamento de Compras, quebraron los vidrios para acceder hasta la caja fuerte donde se guardaban más de 40 mil dólares que eran parte de las recaudaciones.
Las autoridades sospechan que hubo complicidad interna, pues los maleantes se sabían la combinación de la caja fuerte.