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El Patronato de Nutrición se ha convertido en la solución a miles de familias  |
Nuestra tierra, es una tierra bendita por Dios, en la que encontramos desde los mares más hermosos hasta las selvas más limpias y puras, y en donde no es difícil encontrar personas de las más variadas culturas y tonalidades de piel, cosa de la que nos sentimos orgullosos todos los que en ella vivimos.
Pero no todo es hermoso, ni situaciones por la que tengamos que sentirnos orgullosos, y una de esas cosas es la pobreza con la que a diario conviven miles de panameños, que hoy se encuentran inmersos en muchas necesidades y que también viven en esa misma tierra.
Son estas realidades las que hacen grandes la naciones, cuando los que más tienen, tienden la mano, a quienes lo necesitan.
Una solución digna y efectiva ha sido el Programa de Granjas Sostenibles que desde hace varios años lleva a cabo el Patronato de Nutrición.
�QUE ES Y QUIENES CONFORMAN EL PATRONATO DE NUTRICION?
El Patronato de Nutrición es una Organización No Gubernamental (ONG), sin fines de lucro, conformado por representantes de clubes cívicos, organizaciones religiosas, organismos gremiales y entidades gubernamentales.
La estrategia es unir esfuerzos para que de esta forma se utilicen más eficientemente los recursos y se evite la dualidad de acciones, ya que la solución al problema de la desnutrición en nuestros niños requiere del concurso y apoyo de toda la población.
GRANJAS DE LA ESPERANZA
Tomando como lema el refrán de: "No le regales el pescado, enséñale a pescar", el Patronato de Nutrición inició hace varios años el programa de granjas sostenibles.
Según los funcionarios del patronato, las granjas sostenibles son un aliciente para la inmensa desnutrición que afecta gran parte de la población de nuestro interior.
El Programa de Granjas de Producción Sostenible ha beneficiado a 15,935 personas que conforman 3,133 familias en 272 comunidades de todo el país.
Este mecanismo consiste en aprovechar un área determinada de estas poblaciones en la cual se pone en marcha la producción agrícola, agropecuaria y forestal, integrándoles entre sí para la máxima eficiencia de los recursos existentes en estas poblaciones.
El programa inicia con la compra por parte del patronato de un área identificada en una región de extrema pobreza, para su labranza con el capital que proporciona un patrocinador con el que se le entrega a los beneficiarios los insumos y materiales para iniciar la producción de la tierra.
Este sistema de cooperación y ayuda les da la oportunidad de que todos los involucrados trabajen por igual y reciba de manera equitativa los beneficios con los que podrá mejorar sus condiciones de vida, evitando así la cadena de desnutrición que les afecta.
Por parte del patronato se ofrece una orientación continua al campesino con la tecnología adecuada, con la que mejore su productividad, aprovechando al máximo la mano de obra y de la tierra con el fin de que sean autosuficientes.
El programa contempla tres tipos de granjas: las de consumo, las semicomerciales y las comerciales. La primera establece la producción para el consumo de la población en la que se desarrolla la granja, la segunda establece la producción para el consumo y el producto sobrante se vende a los mercados más cercanos y por últimos comerciales cuya producción es totalmente vendida, con la que los beneficiarios podrán acumular un fondo, que igualmente será repartido equitativamente.
El primer paso de acuerdo al equipo del patronato es la ubicación del terreno, posterior a la solicitud que hace la población para el establecimiento de la granja.
Otro aspecto importante de este trabajo es que a los campesinos se les brinda además del aspecto de la sostenibilidad alimentaria, educación sobre el control de la natalidad, que es una de las grandes barreras con las que se enfrenta el patronato en la titánica labor de sacar de la total ignorancia a los miles de panameños que viven en la extrema pobreza.
A pesar de que el programa se ha extendido en toda la República han marcado mayor énfasis en las provincias de Veraguas y Coclé, por los marcados índices de desnutrición que se presentan.
Hoy luego de varios años de trabajo, este grupo de hombres y mujeres pueden sentirse orgullosos de un trabajo que le ha cambiado la vida a cientos de panameños que cuando amanezca tenga la seguridad que pondrán en su mesa un pedazo de tortilla y un vaso de leche con los que alimentaran a sus hijas antes de ir a la escuela. |
