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En pleno Carnaval la derrota de Santiago Samaniego nos cayó como un balde de agua congelada a 100 centígrados bajo cero. Lo que se suponía sería una victoria del nacional se transformó en un bochornoso espectáculo que convirtió nuestras pupilas en testigos de otra derrota de un panameño en el 2003. Sumada a la de Mauricio Martínez y Armando Córdoba. No quiero caerle de lleno al ex campeón Samaniego, pero sí quiero dejar claro la razón por la que considero perdió.
Y es que su error fue confiarse ante un mexicano, cuando todos sabemos que éstos siempre dan dura batalla. No respetó el récord del rival y quiso entrar en su territorio, cuando debió pelear a distancia y demostrar por qué él era el campeón.
Las condiciones físicas de Samaniego no se pudieron apreciar, ésta era la duda que se me presentaba, pero en tres asaltos por más mal que estuviese preparado no era para decir que falló en este aspecto, pues el golpe de "Terra" García entró como dinamita rellena de cloroformo.
Ya en el primer asalto lo había pesacado con un puñete fuerte, pero a pesar de eso Samaniego siguió en ese tercer asalto con el craso error de ir al frente.
Por ejemplo en el segundo asalto se vio un Samaniego distinto, ese era el que tenía que mantenerse toda la distancia. Lástima que no continúo, su coraje como hombre le indicó que fuese al frente, donde el mexicano demostró por qué tenía tantos kos.
Ahora sería fácil opinar en contra de Samaniego, me dirá caro lector, pero nunca uno puede meterse a un cuadrilátero confiándose del contrario. Esto lo sabemos. La lección nos indica que no podemos confiarnos de los demás. Esto lo aprendió Samaniego, y ojalá que todos los boxeadores panameños asimilen la lección. Por eso hay veces en que la razón se debe imponer al corazón... Si no la vida nos dará duros golpes, como el de "Terra" contra "Santi" ese odiado tercer asalto.. |
