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A ORILLAS DEL RIO
LA VILLA
El negro Agust�n
A orillas del r�o La Villa
Despu�s de conocer todos los recovecos de la Boca Vieja, de los esteros, manglares y marismas de la desembocadura del r�o La Villa y al no encontrar las voces de un pasado esplendoroso de barcos, marineros, carretas, que sosten�an un febril movimiento comercial en el puerto El Agallito; fue entonces cuando el muchacho de la Calle Abajo de Chitr�, un d�a decidi� partir con su gorra de marino y su guitarra al hombro, hacia la capital. Heredero de una privilegiada voz de su padre colombiano, que lleg� a estos lares procedente del Cauca, se enfrent� con valent�a a la metr�poli, que m�s por ignorancia, que por otra cosa, rechazaba el canto de la mejorana. Aquellos tiempos, a mediados de los a�os cincuenta, fueron dif�ciles para el cantor de espinelas, pues solamente le prestaban o�dos en las cantinas del Terrapl�n y de la bah�a, donde nost�lgicos hombres interioranos ahogaban la cabanga de su terru�o lejano, en los vasos de cervezas y ron. Su perseverancia y convencimiento del valor del canto de la d�cima, como parte de nuestro acervo cultural, por constituir ella un poema de herencia hisp�nica y que ha sido cultivada por nuestro pueblo, aport�ndole caracter�sticas propias; logr� que el Negro Agust�n Rodr�guez fuera regando, a trav�s de las ondas hertzianas su canto decimero, entusiasmando con su voz a los corazones istme�os, que al escucharlo se sent�an orgullosos de ser paname�os. Por ese aporte, consideramos que Agust�n "Sombrero Pinta'o" Rodr�guez es el pionero de la nueva �poca del canto de la mejorana. Fue un innovador que reemplaz� esa imagen del cantor campesino que cabizbajo y con timidez cantaba la d�cima; por su figura de artista, elegantemente vestido con camisilla manga larga blanca, con collares, esclavas, anillos y leontina de oro puro y su inseparable sombreros pintado. Su presencia en las tarimas de los jardines y toldos era pretenciosa y �l pod�a serlo porque orgullosamente sab�a que por su maestr�a y dominio en el canto de la d�cima, el pueblo lo consideraba como el m�s grande. Famosas fueron las cantaderas que protagoniz� con Benjam�n "Min" Acevedo en las tardes sanjuaneras, donde se aclamaba a los trovadores, por la seriedad y profunidad de los temas. Todav�a se recuerdan las porf�as y contrapunto como aquella donde Agust�n le preguntaba al Bin Bin guarare�o "que si Ad�n y Eva eran blancos, de donde vino el negro". Hoy, el Negro Agust�n, padece en un hospital p�blico la amputaci�n de una pierna. Como siempre sucede con estos valores populares, quienes con su arte y creaciones han acrecentado nuestro haber cultural, vive en la miseria m�s espantosa, porque el actual gobierno (que dice llamarse de los pobres), le quit� el 1 de septiembre un rid�culo subsidio. Ante esta precaria situaci�n del cantor y poeta, la ANAPODE, de la cual Agust�n es miembro y algunos cantores de d�cimas, amigos y admiradores del "Negro de Oro", han tenido que recurrir a la caridad p�blica, para paliar sus dolores y angustias.
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