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El presidente de la empresa agraria estadounidense Cargill y el gobernador del estado de Illinois en La Habana a las cada vez más numerosas voces que piden el fin de las sanciones económicas de Estados Unidos sobre la isla. "El embargo no sirve a los intereses de nadie... no ha servido para nada y debería ser levantado", dijo a la prensa el gobernador del estado de Illinois, George Ryan, a su llegada a la isla, que visita por segunda vez.
La presencia de estos dos prominentes estadounidenses se da en el marco de un flujo continuo de empresarios y políticos norteamericanos que han visitado Cuba en los últimos meses.
La llegada de Ryan, el único gobernador norteamericano que ha visitado la isla en cuatro décadas, coincidió con la llegada de 24.000 toneladas de maíz vendidas a Cuba por la firma Cargill, dentro del programa de ventas humanitarias sin precedentes hechas por Estados Unidos tras el paso del huracán Michelle del pasado mes de noviembre.
Tras el huracán que azotó Cuba en noviembre, La Habana pidió a Estados Unidos que le vendiera alimentos y medicinas, a pesar de que cuando se modificó el embargo en el año 2000 para permitir estas ventas, el gobierno de Fidel Castro aseguró que no compraría nada.
En total, La Habana firmó contratos por valor de 35 millones de dólares para rellenar sus reservas de emergencia, en las primeras ventas directas de productos norteamericanos en cuatro décadas.
En los últimos meses barcos cargados de pollo, maíz, grano y arroz de Estados Unidos han estado llegando a La Habana y continuarán llegando durante todo el mes de febrero.
El ofrecimiento de cooperación hecho por La Habana para el uso de la base norteamericana de Guantánamo en Cuba para albergar a prisioneros traídos de Afganistán ha contribuido también a este nuevo clima que algunos analistas califican de "acercamiento". |
