El independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), en el Gobierno de Taiwán, acogió ayer de forma positiva el cambio de postura de Pekín hacia este grupo, al que ha invitado a visitar China.
El organismo taiwanés encargado de la política hacia China estuvo reunido toda la noche para decidir su respuesta a las declaraciones del Ejecutivo de Pekín, pero, al final se limitó a precisar que las recibía positivamente y a calificarlas de bien intencionadas.
La nueva posición adoptada por Pekín "confirma lo acertado de la postura moderada del presidente taiwanés (Chen Shui-bian) sobre las relaciones con China", dijo el presidente del PDP, Frank Hsieh.
Hsieh se refería a que el PDP decidió modificar su política de buscar la independencia formal de Taiwán, por considerar que la isla ya es un estado independiente.
Numerosos dirigentes industriales de la isla también se mostraron moderadamente optimistas y consideraron que el inicio de contactos entre ambos gobiernos reducirá la incertidumbre y las tensiones, al tiempo que favorecerá los intercambios comerciales.
El vicepresidente chino, Qian Qichen, dijo en Pekín que sólo un pequeño número de miembros del PDP son separatistas y anunció que su país daría la bienvenida a los militantes de ese partido que quieran visitar China con "un estatus apropiado".
El profesor José Ramón Alvarez, sinólogo de la Universidad Fujen, que viven en Taiwán desde hace más de treinta años, declaró a EFE que, "aunque ahora Pekín no acepta la separación definitiva de Taiwán, sus muchos problemas internos hacen que el tema no sea prioritario", y achacó a esto el cambio de actitud.
Alvarez opinó que "es posible que China deje que la isla siga su propio camino cuando llegue al poder una generación más joven no comprometida con la guerra civil". |