El Magistrado Presidente, C�sar Pereira Burgos, anunci� futuras restricciones en la cobertura period�stica de las incidencias del Organo Judicial, hecho que ha provocado nuevamente la inquietud entre los colegas y los defensores de la libertad de expresi�n.
Las autoridades que administran justicia, deben estar conscientes que por lo importante de sus tareas, sobre ellos descansan deberes m�s estrictos que el resto de la comunidad.
En 1960, la Corte Suprema de los Estados Unidos, revoc� un fallo de difamaci�n contra The New York Times, al declarar que el debate de los asuntos p�blicos deb�a ser abierto y bien pod�a incluir ataques contra el gobierno y los funcionarios p�blicos. Y reiteraba que obligar al cr�tico de la conducta oficial, a garantizar la verdad de todos los hechos que alegaba (so pena de una condena), conduc�a a la autocensura.
Son muchos los que creemos que la libertad de expresi�n, es esencial para la democracia, a�n si algunos abusan de ella. El ejercicio responsable diario y constante, no es f�cil ya que muchos intereses se interponen, distorsionando las tareas b�sicas del periodismo responsable.
Pero, hay que estar claro que, tal como se ha publicado en innumerables escritos, si la prensa tuviera que verificar con paciencia toda la informaci�n que difunde, lo m�s probable es que se aumentar�an las p�ginas sociales y sin contendido. El amor estricto por la verdad, puede acabar amparando el abuso y sofocando la cr�tica. Hay que decirle un no al periodismo que s�lo desee que los paname�os seamos ciegos y mudos. |