VENTA
DE CRUCES
Drake les arrebató el oro, pero dejó
la plata pues no podía acarrear todo el cargamento a través
de las montañas. Dos días después fue a
la casa de cruces, llamada Venta de Cruces por los españoles,
donde todos los mercaderes dejan sus mercancías y allí
mató a seis o siete de ellos, y hallando tan sólo
un gran depósito de mercaderías y no el oro y la
plata que esperaba, prendió fuego a la dicha venta con
todos los bienes que encerraba, avaluados en 200.000 ducados.
De esta manera, no hallando el oro en la casa para satisfacer
sus deseos, quemó las mercancías de los mercaderes
y al punto se embarcó en sus pinazas; la fortuna favoreció
sus actos en esta ocasión y que a los pocos minutos de
embarcar, aparecieron en la playa más de 300 soldados
que habían sido enviados en su persecución, pero
Dios permitió que escapara de sus manos para continuar
siendo una plaga para los españoles. |