GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO Y

Y VALDES

HISTORIA NATURAL Y GENERAL DELAS INDIAS
Tomo VIII, capítulo XXVII El cual trata sobre los pueblos principales de los cristianos en esta gobernación de Castilla del Oro, y de las casas y moradas de los indios y de sus matrimonios y algunas de sus ceremonias y costumbres.

De las casas y moradas de estas gentes se ha dicho en otras partes de estas historias, y de sus camas que son las hamacas que se dijo en el Libro V, capítulo II; pero aún en esas hay diferencias, porque las de Tierra Firme en esta gobernación de Castilla de Oro la manta de la hamaca no es hecha de red, sino entera y muy gentil tela delgada y ancha y tan larga como conviene. Hay otras que la manta es de paja tejida de colores y labores, y de estas hay muchas en Natá y en otras partes; y esta paja está hecha como cordón sobre hilos de algodón, y son cosas de ver y muy frescas y gentiles en la vista. Todo lo demás que toca a estos hechos está dicho en el lugar alegado; pero no todos los indios las tienen, y los que no las alcanzan duermen en barbacoas, que son bancos hechos de cañas, o en otros armadijo que esté dos o tres palmos altos o más de tierra, por la humedad: y los que más no pueden, échanse en aquel común colchón, que es el suelo, sobre paja u hojas de palmas o lo que hallan.

(...)las barbacoas de las provincias de Abrayme y Teruy, donde los indios viven y tienen sus moradas en los árboles, y asimismo de las barbacoas sobre muchas palmas juntas, en que los indios viven en la costa del río grande, que entra en el golfo de Urabá, la cual provincia se llama Tatuma, y son de mucha admiración, y allí tienen sus moradas : y sube una mujer por el árbol arriba con el hijo en brazos tan sueltamente como si fuere por tierra llana (...)En las otras partes, donde los indios pueblan, por la mayor parte es desparcidos en valles y laderas y costas de los ríos y donde les parece y también en las sierras ( a la manera de nuestras montañas de España en Vizcaya y Galicia) pueblan como en barrios unas casas desviadas de otras; pero muchas de ellas y gran territorio debajo de la obediencia de un cacique o tiba o saco o quevi o señor principal (...)

Mapa del cuarto y último viaje de Colón

(Diego Luis Molinari: El
nacimiento del Nuevo Mundo


Hay otra manera de bohíos o casas en Natá redondos, como unos chapiteles muy altos , y son de mucho aposento y seguros, porque el viento de la brisa, que allí corre mucha parte del año con mucho ímpetu, no los puede así coger como a los que son cuadrados o de otra forma. Son de recia y buena madera, y más hermosos de dentro que todas las maneras de casa que se ha dicho; y ponen en la punta del chapitel una cosa de barro cocido a manera de candelero, y el cuello alto, (...) La paja con que se cubre es muy buena, y las cañas de las paredes gruesas y por fuera y por dentro forradas las paredes con caña delgada muy bien puesta y con muchos apartamientos. El asiento de este pueblo es muy gentil y de hermosas vegas, y muy llano y apto para ganados y todas granjerías; y hay muchas vacas y puercos y yeguas y es tierra de mucha caza y montería, porque cerca hay montañas y bosques en tierra alta.

Había en este pueblo , cuando yo le vi el año de mil quinientos veintisiete hasta cuarenta y cinco o cincuenta bohíos, y está a dos leguas de la mar un río arriba, y creo sin duda que mengua allí la mar en la costa dos leguas más. En este río hay tantos lagartos o cocatrices grandes que son innumerables los que cada día se ven por la costa echados en tierra al sol (...)

Panamá tiene mal asiento y es pequeña población y no sano; es estrecho y largo el pueblo, y de la parte del mediodía llega la marea hasta cerca de las casas, y de la parte del Norte a las espaldas está lleno de paludes y ciénagas, y a la parte del Este está el puerto donde los navíos y caravelas entran hasta cerca de las casas, y con la menguante quedan en seco, y baja la mar más de legua y media. Por causa de este puerto y contratación del Perú y por haber allí residido Pedrarias y los otros gobernadores ha estado en más reputación, y en el tiempo que yo dejé aquella tierra, que fue el año de mil quinientos veintinueve, nunca hasta entonces llegó hasta setenta bohíos.Es tierra seca y estéril; pero en las comarcas es fértil y de buenos pastos y hatos de ganado.

El Nombre de Dios asimismo por el puerto se sufre, a causa de la contratación de la otra mar austral y del Perú y de estas islas para las cosas de Tierra Firme, y es de menos población y de peor disposición para granjerías del campo porque es tierra áspera, montuosa y cercada de arboledas.

Acla era mayor pueblo que ninguno de los que es dicho, y después se ha disminuido, y el puerto no es muy bueno; pero hay ancones e isletas de seguros puertos. Y desde allí fue por tierra a descubrir la mar del Sur el adelantado Vasco Núñez de Balboa, cuando la descubrió.

Mapa del
descubrimiento del Mar del Sur por Vasco Nuñez de Balboa en
septiembre de 1513.

(Molinari:
El nacimiento del Nuevo Mundo)


El mayor y mejor y más fértil pueblo fue la ciudad de Santa María de la Antigua del Darién, en la cual no es menester hablar, pues que está despoblada.

Otros pueblos ha habido, donde se han labrado minas; pero como esos se hacen y se dejan, según anda el oro, no hay para que memorizarlas por poblaciones, pues no permanecen y se pasan los mineros de río en río, y donde les acude mejor la granjería y ejercicio de las minas, y así se mudan según su propósito, al modo de los alárabes en Africa, que traen sus mujeres e hijos consigo, y todo lo que tienen de provincia en provincia: y aún en la provincia de Cueva suelen hacer lo mismo los indios en algunas partes,que se mudan con todo el pueblo de un río o valle a lo alto y sierras, o de las montañas a los llanos, y donde les place(...)Sus casas son sin cimientos y de madera y paja y esos materiales adonde quiera que se van, los tienen.Sus bienes muebles son pocos y ligera cosa llevar la hamaca o el arco y sus personas: los heredamientos, donde mejor acuden las simenteras del maíz; y si en esta provincia se va cansando la tierra, hallan otra holgada y así se andan mudando.

Tienen una costumbre los indios de esta provincia de Cueva, que es muy sociable y obligatoria a los comunes con su señor en el comer; y es que el capitán o señor principal, ora sea en el campo o en su asiento y casa, todo lo que hay de comer se le pone delante, y él lo reparte a todos y manda dar a cada uno lo que le place. ( ...) Al comer no le sirven hombres sino mujeres (...)

En sus matrimonios hay cosa de notar, así como que ninguno se casa con su madre ni con su hija ni con su hermana, ni han acceso carnal con ellas en estos grados, y en todos los otros; y si alguno lo hace en estos grados, no es tenido por bueno, ni les parece bien a los otros indios. (...)

Hay asimismo en esta provincia de Cueva sodomitas abominables y tienen muchachos con quien usan aquel nefando delito, y tráen los con enaguas o en hábito de mujeres ; y sírvense de los tales en todas las cosas y ejercicios que hacen las mujeres, así en hilar como en barrer la casa y en todo lo demás;y estos no son despreciados ni maltratados por ello, y llámase el paciente camayoa.Los tales camayoas no se juntan a otros hombres sin licencia del que los tiene, y si lo hacen los mata, y por la mayor parte en este error son los principales, no todos, pero algunos.Estos bellacos pacientes, así como incurren en esta culpa, se ponen sartales y puñetes de cuentas y otras cosas que por arreo usan las mujeres, y no se ocupan en el uso de armas, ni hacen cosas que los hombres ejercitan sino como es dicho en las cosas femeninas de las mujeres. De ellas son muy aborrecidos los camayoas ; pero como son las mujeres muy sujetas a sus maridos, no osan hablar sino pocas veces, o con los cristianos; porque saben que les desplace tan condenado y abominable vicio. (...)

Capítulo XXVIII.De otras muchas particularidades de los indios de la gobernación de Castilla del Oro en la provincia de la lengua de Cueva y de otras partes.

Vasco Núñez de Balboa según Antonio de Herrera y Tordesillas

(Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano).


(...) Tienen por costumbre , así los indios como las indias, de se bañar tres o cuatro veces al día, por estar limpios y porque dicen que descansan en lavarse, y por la mañana que las indias vayan al río o fuente por agua, primero que de allá vengan, se lavan y aún nadan un poco, en lo cual son muy diestros; y este lavarse tornan a hacer a medio día y a la tarde, y por lo menos una vez al día ellos y las indias mucho más.Y es verdad que estando un día o dos sin se lavar, como acaece, o por andar camino u otras causas, que naturalmente huelen a monte, o un mal olor como el de los negros de Guinea que en algunos es insoportable. (...)

Allende de la carne y pescados , tienen muchas y diversas frutas; su pan(...) es maíz y yuca. Todos por la mayor parte beben agua, pero a ninguno desplace el vino; antes son muy amigos de él, y a este hacen de maíz según la cantidad que quieren hacer de chicha que así llama a su vino y para hacerlo tienen esta forma. Ponen el maíz en remojo, y así está hasta que allí en el agua comienza a brotar por los pezones y se hincha y salen unos cogollicos por aquella parte que el grano estuvo pegado en la mazorca que se crió; y desde que está así sazonado, cuécenlo en buena agua, y después que ha dado ciertos hervores y menguado la cantidad que ellos saben que es menester, apartan del fuego la olla o tinajuela, en que lo cuecen y repósase y asiéntase abajo el grano.Y aquel día no está para beber; pero el segundo día está más asentado, y comienzan a beber de él, aunque está algo espeso y al tercer día está bueno y claro, porque está desde todo punto asentado y el cuarto día muy mejor y el color de ello es como del vino cocido blanco de España y es gentil brevaje. (...)A mi parecer es de mejor sabor y más sustancia que la sidra o vino de manzanas que se hacen y beben en Vizcaya o que la cerveza o biara que beben los ingleses y en Flandes ( que todo lo uno y lo otro he probado y bebido (...)

Una cosa de las que más se han espantado los indios de cuantas han visto entre los cristianos son las letras, y que por ellas nos entendamos con los ausentes. Y así cuando algún cristiano escribe a otro que está a algunas leguas de allí y algún indio es el mensajero, quedan espantados que en la carta digan acullá lo que se ha hecho acá, que aquel indio ha visto hacerse ( ...) y la llevan con tanto respeto y temor y guarda que les parece que también sabrá decir la carta lo que aquel indio piensa o hace (...) y algunos piensan que tiene ánima la carta (...)

Cuando los indios no tienen guerra, todo su ejercicio es tratar y trocar cuanto tienen unos con otros, y así de unas partes a otras los que viven en las costas de la mar o por los ríos, van en canoas a vender lo que tienen complimiento y abundancia, y a comprar de lo que les falta.Y asimismo tratan por la tierra y llevan sus cargas a cuestas de sus esclavos: unos llevan sal, otros maíz, otros mantas, otros hamacas, otros algodón hilado o por hilar, otros pescados salados; otros llevan oro (al cual en la lengua de cueva llaman yabra). En fin aquello que les falta a los indios es lo que más estiman, y aún algunos venden los propios hijos (...)



 

 

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