GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO

Y VALDES

HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS
Capítulo XXVI del Tomo VII

De las costumbres y maneras de vivir viciosas de los indios de la provincia de Cueva y de sus idolatrías; y de otras cosas particulares de la gobernación de Castilla del Oro y de sus provincias(...) es entre los indios en Castilla del Oro muy ordinaria cosa adorar al sol y la luna, y tener en mucho crédito y veneración al diablo; y así para sus idolatrías y sacrificios tenían hombres deputados y reverenciados, los cuales comúnmente eran sus médicos, y conocían muchas hierbas que usaban, y a diversas enfermedades, que por largo curso tenían experimentadas en partes, no tan dignas de crédito totalmente algunas en sus efectos cuanto aprobadas con la autoridad que les quería atribuir aquel su médico y maestro , llamado tequina (puesto que en algunos decían verdad , y son excelentes).

Cristóbal Colón explica su plan descubridor en el monasterio de La Rábida
(Paolo Novaresio:
The Explorers).


Estos indios de Cueva , cuanto a su disposición de las personas son algo mayores que los de estas nuestras islas por la mayor parte, y más varones , y del mismo color.Andan desnudos (...) . Las mujeres traen naguas que son mantas pequeñas de algodón desde la cintura hasta la rodilla o más lato, rodeadas al cuerpo: y las señoras y mujeres principales (espaves) traen estas naguas bajas hasta los tobillos, y en las cabezas ellos ni ellas ninguna cosa, ni en toda la persona, más de lo que es dicho (...)

(...) las mujeres principales del Golfo de Urabá (...)van a las batallas con sus maridos , y también cuando son señoras de la tierra y mandan y capitanean su gente (...) usan muchas águilas y patenas de oro, así las mujeres como los hombres y hermosos penachos. Cuando las mujeres principales, salen en campo, y asimismo los señores de esta gente, como no tienen caballos ni bestias, ni carros que los lleven a cuestas, usan otra manera de caballería, que es de esta manera que ahora diré.Siempre el señor cacique, o saco, o varón principal, tiene una docena o dos de indios de los más recios, diputados para sus andas, en que van de camino echados en una hamaca, la cual va en un palo largo puesta, que de su natura es muy liviano, y los extremos de aquel palo puestos sobre los hombros de aquellos indios, y van corriendo o medio trotando en galope con el señor a cuestas. Cuando se cansan los dos que lo llevan, sin pararse, se ponen en el mismo lugar otros dos de ellos que allí van por respecto vacío para lo mismo, y continúan su camino:y un día si es en tierra llana, andan de esta manera quince o veinte leguas, teniendo postas puestas en paradas de tales indios para se remudar.Y los indios que para este oficio tienen, por la mayor parte son esclavos o naborias, que son casi esclavos y obligados a servir; y estos indios que en lo que he dicho sirven de las hamacas búscanlos que sean carates. Y para que se entienda qué cosa es carate, digo que carate se llama el indio que naturalmente tiene toda la persona o la mayor parte de ella como descostrado, levantados los cueros a manera de empeines.Ellos parecen feos, más comúnmente son recios y de mejores fuerzas, y parecen frisados, y aquella frisa es dolencia que se acaba, cuando ha acabado de andarles todo el cuerpo toda aquella comezón o enfermedad y han mudado todo el cuero de la persona.

En algunas partes de esta tierra son belicosos los indios, y en otras no tanto: son flecheros, y pelean con macanas y con lanzas largas luengas y con varas que arrojan , como dardos con estóricas(que son cierta manera deavientos) de unos bastones bien labrados (...) con los cuales arrojan las varas, quedando siempre la estórica en la mano ( ...)

Los hombres que dije que tienen los indios en veneración, llámanlos para se consejar con ellos para comenzar sus guerras, y para todas las otras cosas que son de importancia. De este nombre tequina se hace mucha diferencia: porque a cualquiera que es más hábil y experto en algún arte, así como en ser mejormontero o pescador, o hacer mejor una red o una canoa u otra cosa, le llaman tequina, que quiere decir lo mismo que maestro: por manera QUE AL QUE ES MAESTRO DE LAS RESPONSIONES E INTELIGENCIAS CON EL DIABLO, LLÁMANLE TEQUINA EN AQUEL ARTE, PORQUE AQUESTE TAL ES EL QUE ADMINISTRA SUS IDOLATRÍAS Y CEREMONIAS y sacrificios y el que habla con el diablo, según ellos dicen y a él da sus respuestas, y le dice que diga a los otros lo que han de hacer, y lo que será mañana y desde ha muchos días, porque Satanás sea antiguo astrólogo conoce los movimientos naturales del tiempo, y cielos y planetas y del zodiaco e influencias de arriba y ve dónde van las cosas guiadas naturalmente; y así, por el efecto a que van referidas en su conclusión, dá él noticia de lo que será adelante (...)


Tomo VIII, capítulo XXXI
En el cual trata de los obsequios y ceremonias de los indios cuando se muere algún señor que es tiba o quevi saco y principal en la provincia de Cueva y en algunas partes de la gobernación de Castilla de Oro (...) es de notar , que si un indio o india (...) se determina morir, y dice morirme quiero, es como verlo hecho, porque así se mueve determinadamente; y aborrecen comer y todo lo demás que le pueda dar vida, y se secan y desmayan, y ayudándoles a ello el diablo, en breves días se mueren, sin saber ni entender de su dolencia otra cosa, sino que fue su voluntad morirse.

En Panamá, y Natá y Pacora , y otras provincias de la lengua de Cueva, en la costa del mar del Sur y por allí cerca, se acostumbra , en muriéndose el cacique (o señor principal), que todos los familiares y domésticos criados y mujeres de su casa, que continuamente le servían, se matan.Porque tienen por opinión, y así se lo tiene dado a entender el diablo (alias tuyra) que el que se mata cuando el cacique muere, que va con él al cielo, y allá le sirve de darle de comer o a beber, y está allá arriba para siempre ejercitando aquel mismo oficio que acá, viviendo, tenía en casa de tal cacique, y aquel que esto no hace, que cuando muere por otra causa o de su muerte natural, que también muere su ánima como su cuerpo; y que todos los otros indios y vasallos del señor muerto, cuando se mueren, que también se mueren sus ánimas con el cuerpo; y así se acaban y convierten en aire o en no ser cosa alguna (como el puerco o el perro o una ave o el pescado u otra cualquier cosa animada) (...). Lo cual persuade e induce a tanta codicia a los indios e indias de sus familiares y criados del señor, que les parece, cuando alcanzan , que tienen adquirido todo el bien de esta y de la otra vida, cuando el señor los recibe y tiene por naborias (id est, criados de su casa). Y de esta falsa opinión viene que también los que entienden en el sembrar el pan y cogerlo , que por gozar de esta prerogativa se matan y hacen enterrar consigo un poco de maíz y una macana pequeña; y dicen los indios que aquello se lleva para que si en el cielo faltare simiente, no le falte aquella poca para principio de su ejercicio, hasta que el tuyra (que todas estas maldades les da a entender) les provea de más cantidad de simiente.

Salida de Colón del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492
(Morales Padrón: Cristóbal Colón).


 

(...)Y asimismo, en esta gobernación de Castilla del Oro, en algunas partes e ella, cuando algún señor muere, toman su cuerpo y asiéntanle en una piedra o leño; y en torno de él muy cerca, sin que la brasa ni la llama toque en la carne del difunto, tienen muy gran fuego y muy continuo, tanto que toda la grasa y humedad le sale por las uñas de los pies y de las manos y se va en sudor y se enjuga, de manera que el cuero se junta con los huesos, y toda la pulpa o carne se consume o destila. Y (...) sin lo abrir (...) lo ponen en cierta parte que para aquello tienen en su casa deputada, junto al cuerpo de su padre del tal cacique, que de la misma manera está puesto: y así, viendo la cantidad y número de losmuertos, se conoce qué tantos señores ha habido en aquel Estado; y cual fue hijo del otro o le sucedió en el señorío, según la orden sucesiva en que están puestos. Bueno es de creer que el que de los caciques murió en alguna batalla de mar o de tierra, y que quedó en parte que los suyos no pudieron tomar su cuerpo y llevarle a su tierra, para lo poner con los otros caciques que faltaron del número en tales asientos; y para esto allí, donde había de ser puesto, está vacuo, y hacen pausa o dejan tanto espacio, como el cuerpo había de ocupar en aquella rengle.Y para suplir la memoria y falta de letras (pues no las tienen), luego hacen que sus hijos y la comunidad y vasallos que mandaba, aprendan y sepan de coro la manera de la muerte de los que murieron.En fin, dicen que no pueden ser allí puestos, y así lo cantan en sus cantares que los indios llaman areytos (...).

También tienen otra forma algunos; y es que cuando se muere el cacique, después que está enjuto por el fuego según es dicho, lo envuelven en cinco o seis mantas o más y lo echan en una hamaca que está colgada en el aire, y lo ponen en la cámara , donde les parece que está mejor, o donde él acostumbraba dormir.

Colón desembarca en la Isla de San Salvador el 12 de Octubre de 1492
(Esparza: América 500 años.)

La manera de los muertos, que los criados y servidores suyos se dan para matarse, es que juntos y hecho su areyto y cantando primero la vida y obras de aquel su señor difunto, tienen así puesta una gran toreba (que quiere decir olla) y una concha de una ostia o un calabacillo o cuello de calabaza, de que se sirven de cuchara, y toman un trago de la ponzoña, o dos, que está en aquella olla, y encontinenti caen muertos, según es grande la potencia de aquel veneno ponzoñoso. Y algunos llevan allí sus hijos pequeños y hacen primero beber aquello a los niños, y desde que los ven muertos, se matan a sí mismos de la misma manera, sin que en ninguno haya lágrimas, sino mucho contentamiento de tal fin. Y así se lleva el diablo con cada cacique cuarenta o cincuenta ánimas, y más o menos , de los criados y familiares. que le servían.

También en algunas partes se entierran (...) y sus mujeres con ellos, y tienen esta forma. Muerto el queví o señor principal se juntan todos los señores sus amigos comarcanos dentro de un día, y el segundo que murió lo entierran, y antes que muera, cuando ven que no puede vivir, se llegan los amigos para celebrar estas obsequias. Hacen un hoyo de doce o quince pies de largo y otros tantos de ancho, cuadrado y un poyo a la redonda, y este hoyo es de braza y media o dos estados de hondo, y tienen allí aparejada madera y rama para cubrirlo.Y asientan el cacique difunto en el poyo sobre una manta muy gentil, pintada , en lugar de tapete, y con sus joyas de oro puestas en su persona; y en el espacio cuadrado de en medio de este hoyo ponen algunas calabazas con agua y maíz, y algunas frutas y flores; y luego vienen las mujeres propias del difunto que tenía no todas, sino que de ellas las que lo quieren hacer y seguirle, enterrándose con él vivas, muy aderezadas de zarcillos y ajorcas de oro y de sus joyas, y siéntanse a los lados del muerto. Y dura un día o dos el cantar en torno de aquel hoyo a gran multitud de indios e indias chicos y grandes, recontando las proezas y el esfuerzo, la liberalidad y otras virtudes del muerto, y loando mucho el amor de aquellas mujeres suyas que con él se quieren ir al cielo y morir allí dentro.Y en este tiempo que este cantar dura, beben los que cantan, y bailan continuamente de rato en rato, porque andan en torno de ellos otros hombres dándoles a beber : y también beben aquellas mujeres que están dentro del hoyo y se embeodan hasta que ellas caen sin sentido del poyo, o se quedan sentadas sin sentir, embriagadas.Entonces cuando ellas están tales, atraviesan maderos por encima y fajina y tierra y échanles mil cargas de ella a cuestas y así acaban: y a los que cantaban no se les acaba aquel día el vino , y despiertan el siguiente, o cuando se les ha pasado la bebedera. Y así se concluye la pompa funeral del diablo que esos sus mortuorios, y aquel mausoleo o sepulcro queda como por un lugar santo y acatado, y ponen en torno hermosas arboledas.

En tanto que lo que es dicho se hace, el hijo que ha de suceder en el Estado está presente hasta que todo está hecho y luego le dan la enhorabuena de la sucesión, y los viejos y más ancianos que quedan en su Estado, llévanle de los brazos a una cámara donde ha de dormir y échanle en una hamaca. Y allí vienen a darle la obediencia todos sus súbditos, con cargas de presentes de maíz y aves y puercos y venados, y pescado y cosas de comer de las frutas y de todo lo que hay en la tierra, y le hacen nuevos cantares de placer, y beben , como es dicho, otros dos o tres días. (...)


 

 

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