DECADAS
Antes de llegar a las altas cimas de las montañas, entró en una región llamada Cuarecua; le salió al encuentro el cacique que tenía ese mismo nombre, armado a usanza de ellos, es decir , con arcos y saetas y con macanas, esto es, con anchas y largas espadas de madera que manejan con ambas manos, y con astas de punta quemada, y también con dardos arrojadizos, que tiran con ojo muy certero.
Este recibió a los nuestros en actitud altiva y hostil con gran muchedumbre de súbditos suyos para impedir el paso. Preguntó a dónde iban o qué buscaban. Les intimó con torvo aspecto por medio de los intérpretes, que retrocedieran sino querían ser todos muertos sin quedar uno. Diciendo esto, salió al descubierto, vestido él y sus cortesanos, los demás desnudos; y como los nuestros no querían volverse atrás , les acometió. Pronto se acabó todo. Poco rato aguantaron las saetas de los escorpiones y los tiros de las escopetas (que, oyéndolos, imaginaron que los nuestros tenían a su disposición los rayos y los truenos). Volvieron , pues, la espalda , dándose a la fuga. Como en los mataderos cortan a pedazos las carnes de buey o de carnero, así los nuestros de un golpe quitaban a éste las nalgas , o a aquél el muslo, a otros los hombros; como animales brutos perecieron seiscientos de ellos, junto con el cacique. La casa de éste encontró Vasco llena de nefanda voluptuosidad; halló al hermano del cacique en traje de mujer; y a otros muchos acicalados y, según testimonio de los vecinos, dispuestos a usos licenciosos. Entonces mandó echarle los perros que destrozaran a unos cuarenta.Se sirven los nuestros de los perros en la guerra contra aquellas gentes desnudas,a las cuales se tiran con rabia, cual si fuesen fieros jabalíes a fugitivos ciervos, y los españoles no los encuentran menos leales en sufrir los peligros que los de Colofón o Castabala, que formaban escuadrones de perros para hacer guerra; de suerte que los perros guardaban en la pelea la primera línea, y jamás rehusaban pelear. (...) Encontraron allí esclavos negros de una región que dista de Cuarecua sólo dos días, en la cual no se crían más que negros, y estos feroces y sobremanera crueles. Piensan que en otro tiempo pasaron de la Etiopía negros a robar y que, naufragando se establecieron en aquellas montañas. Los de Cuarecua tienen odios intestinos con esos negros, y se esclavizan mutuamente o se matan. |
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