DECADAS
(...)Entre tanto, Vasco supo que los caciques tenían redes, y por heredades playas de pescar las conchas que criaban las perlas, las cuales diestros buzos, enseñados desde niños a este ejercicio, las sacan de los viveros de los caciques; pero cuando está el mar quieto y tranquilo y la pleamar abandona la costa para poder más fácilmente sumergirse adonde ellas están.Cuanto son mayores tanto más hondo habitan , y las menores , como hijas, están más cerca del margen y las pequeñitas, como nietas, viven próximas a la superficie. Para coger las perlas más hondas bajan tres estados de hombre, a veces cuatro. Para coger las hijas o nietas se entran hasta la mitad del muslo, y a veces menos, y de ellas cuando el mar se queda tranquilo tras fiera tormenta encuentran muchas en la arena arrancada por las olas y arrojada a la playa. Las que se recogen en la arena tienen perlas menudas. La carne de tales conchas vale de comer como la de nuestras ostras, pero dicen que la de aquellas es la de más exquisito sabor; tal vez el hambre que es el mejor de todos los condimentos, es el que hace a los nuestros decir eso. |
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