La Ultima Administración de Porras (1920-1924)


Narciso Garay

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Dra. Patricia Pizzurno
Dr. Celestino Andrés Araúz

Para 1920 la figura de Porras no tenía rival en el panorama político nacional. Nada escapaba a su control y el caudillo liberal era la figura más poderosa del país. Inició su tercera administración con buen pie , pues pocos meses antes los norteamericanos se habían retirado de Chiriquí. Pero, en febrero de 1921, la situación cambió radicalmente cuando los costarricenses invadieron Pueblo Nuevo de Coto y los Estados Unidos exigieron el puntual cumplimiento del Fallo White, por el cual Panamá debía abandonar territorios fronterizos cuya población era panameña. Detrás de la actitud de los Estados Unidos se movían los intereses de las compañías bananeras establecidas en Costa Rica y Panamá, así como poderosas empresas petroleras.

Pese a carecer de ejército y a poseer una Policía Nacional,en su mayoría, desarmada y mal entrenada, Panamá desalojó a los costarricenses de Pueblo Nuevo de Coto el 27 de febrero. El héroe de la jornada fue el general Manuel Quintero Villarreal. Pero el triunfo se vio empañado cuando Porras declaró que no alcanzaba a comprender por qué razón dos naciones hermanas debían entrar en guerra por un caserío sin importancia. Un grupo de ciudadanos, entre quienes estaban Domingo H. Turner, intentó asaltar la presidencia y exigirle la renuncia al Presidente. Sin protección alguna, Porras se vio obligado a aceptar el desembarco de infantes de marina para garantizar su seguridad. Paradójicamente mientras Estados Unidos favorecía los intereses de Costa Rica, en detrimento de Panamá, el Presidente de la República debía buscar la protección norteamericana.

Entretanto, en represalia Costa Rica, con el apoyo de la United Fruit Company invadió Bocas del Toro, se apoderó de guabito y llegó hasta Almirante. Ello provocó la inmediata intervención del Departamento de Estado que le solicitó a ambas partes la suspensión de las hostilidades, al tiempo que se le ordenó a Panamá acatar las estipulaciones del Fallo White. Aunque Porras recurrió a la Liga de Naciones y al Tribunal Internacional de Justicia de la Haya para que anulara el fallo, no obtuvo resultados positivos.

Washington se mostró inflexible e incluso envió cruceros de guerra a Panamá por ambos mares. En septiembre, después de un ultimátum, Panamá desalojó Pueblo Nuevo Coto.

Narciso Garay, enviado Extraordinario de Panamá en Washington elevó una nota protesta al Departamento de Estado en la que dio rienda suelta al sentir de Panamá, que se había visto subyugado por la prepotencia y poderío de los Estados Unidos. Después del retiro de las tropas panameñas de Coto, Porras declaró un mes de luto en la República. El Gobernador de la Zona protestó por esta medida que consideró propaganda antinorteamericana.

Pero fuera de este capítulo desafortunado de nuestra historia, este segundo mandato también estuvo jalonado de realizaciones. Se emprendieron obras de largo alcance como la construcción del edificio del Archivo Nacional, las ampliaciones del Hospital Santo Tomás, la construcción de la cárcel modelo, el asilo de la infancia, entre muchas otras. También Porras le presentó al Presidente electo de los Estados Unidos Warren Harding, de paso por el Istmo, un Memorandum de reclamaciones Fiscales. El documento planteaba la adoptación de dos caminos para solucionar las diferencias, a saber: la concertación de un nuevo Tratado, o someter a arbitraje las controvercias que existían entre ambas naciones. Pese a que Ricardo J. Alfaro fue enviado a los Estados Unidos con el fin de negociar un nuevo Tratado, la guerra de coto frenó la iniciativa. Habría que esperar hasta 1924, cuando Estados Unidos abrogó unilateralmente el Convenio Taft, para que se negociara en firme un nuevo Tratado Canalero.

Entretanto, el fin de la Guerra Mundial, así asi como la culminación de las obras del Canal habían acarreado desempleo y penuria fiscal. A ello se agregó que la labor de modernización tuvo un elevado costo, que Panamá financió con la obtención de empréstitos en los Estados Unidos, para lo cual enajenó la anualidad del Canal y las rentas de los Millones de la Posteridad. A partir de 1920, se produjo el encarecimiento de la vivienda, la ropa y los alimentos. Miles de antillanos quedaron sin trabajo y decidieron no regresar a sus islas de origen, transformándose en una mano de obra competitiva para la nacional en momentos de verdadera escasez laboral.

No fue extraño que en medio de estas condiciones adversas surgieran nuevas tendencias ideológicas bajo la influencia de las revoluciones rusa y mexicana. Así, prosperaron organizaciones que defendían las reivindicaciones de los trabajadores y se oponían a la prepondencia de la burguesía comercial de las ciudades terminales, de tendencia capitalista. Simultáneamente, comenzó a denunciarse la influencia norteamericana en Panamá.

En 1918, se creó la Confederación Obrera Panamericana bajo las directrices del líder sindical norteamericano Samuel Gompers. Tres años después, surgió la Federación Obrera de Panamá bajo el patrocinio de Porras. Pero fue en 1924 cuando se fundó el Sindicato General de Trabajadores que jugaría un papel destacado en las luchas nacionalistas de los años subsiguientes.

En 1921, el anarquista español José María Blázquez de Pedro, junto con José Brower, Manuel Garrido y José González Rodríguez, fundó el Grupo Comunista.

Durante este período de grandes transformaciones ideológicas en Panamá, se organizó el Movimiento de Acción Comunal. Se fundó, en 1923, como una agrupación de carácter cívico-nacionalista, integrada , entre otros, por Manuel Berrocal, José Manuel Quirós, Ramón Mora, Enrique Abrahams José M. Pinilla Urrutia, Víctor F. Goytía, José Pezet y Rubén Conte. Estos jóvenes de clase media que ejercían profesiones liberales buscaban el progreso moral y material de la República, así como alentar los sentimientos nacionalistas. El lema era: Patriotismo, Acción, Equidad y Disciplina y su divisa: Hable en castellano, cuente en balboas y lea Acción Comunal. El movimiento fue un acérrimo opositor de Porras por rodearse de extranjeros. Como sabemos,en 1931, dio el primer golpe de Estado de nuestra vida republicana.

 

 


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