Davis Peralta Jr. "El pequeño gigante del baloncesto"

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Davis Peralta Jr El pequeño gigante del baloncesto.

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Carlos Alberto Martínez
EPASA

En ocasiones prendía las luces del gimnasio Neco De La Guardia y lanzaba el balón al aro. Mi abuelo me correteaba con una correa y las apagaba. Pedía permiso y lanzaba el balón a la canasta ya sin luz".

Máximo anotador en las Olimpiadas de México '68 y uno de los pocos canasteros panameños que han completado el ciclo olímpico (Centroamericanos, Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, Mundiales y JJOO), Davis Peralta Checa escribió uno de los capítulos más brillantes del baloncesto criollo.

Nacido en el populoso barrio El Chorrillo un 15 de junio de 1948, Peralta Checa proviene de una familia netamente deportiva. Su abuelo materno José Antonio Checa fue administrador del gimnasio Neco De La Guardia por 35 años y árbitro de béisbol; su madre Petra, baloncetista; y sus tías Melva y Vilma Checa, seleccionadas nacionales.

A los 6 años acompañaba a su abuelo a los estadios, cuando éste dirigía partidos de béisbol. Posteriormente, se retiraba hacia el Neco De La Guardia para observar los encuentros de la Liga Distritorial y en el medio tiempo espontáneamente se encaminaba al centro del tabloncillo, recogía el balón y lo lanzaba al aro.

En ocasiones abría un gancho, hacía una especie de aro con una maya y luego tiraba una pelota de tenis. Quizás de ahí desarrolló su extraordinaria puntería.

Incursionó a la edad de 10 años en el Deportivo Toti Fritt, que participaba en la Liga Antonio Nino Castorina, donde llegaron a jugar futuros campeones mundiales de boxeo, como Ernesto "Ñato" Marcel y Alfonso "Pepermín" Fraizer, y destacadas figuras del ámbito futbolístico, como Luis "Cascarita" Tapia.

Después de agitarse en la segunda categoría con el Deportivo Mauricio; en los campeonatos intercolegiales con el Instituto Alba Edison, que conquistó un título derrotando al Abel Bravo de Pedro "Mago" Rivas; en la liga distritorial con Cerveza Atlas; y en un torneo adjunto, Víctor Tomas, con El Chorrillo; Peralta Jr. asciende al seleccionado mayor en 1965, en el Campeonato Centroamericano celebrado en Honduras, saliendo el equipo campeón y él como máximo anotador de tiros libres.

En 1966, en el Centroamericano de Guatemala, Davis empató un récord que se mantenía desde hacía 30 años en el evento reservado para los tiros libres, al encajar 47 de 50 intentos.

Un año después Panamá lograría su mayor proeza en el baloncesto: ocupó el tercer lugar en los Panamericanos de Winnipeg, Canadá, y clasificó a los Juegos Olímpicos de México, y Davis Peralta jugaría un papel vital.

La buena preparación - 3 meses reclutados en la Escuela Isabel Herrera Obaldía-, convivencia entre canasteros y comunicación fluida y eficaz entre atletas, cuerpo técnico y dirigentes constituyeron los factores claves para alcanzar tan significativa hazaña.

Aunque sólo pudieron vencer a Senegal en los Juegos Olímpicos, Peralta Jr. culminó el torneo como máximo encestador con un promedio de 27.1 puntos por partido, que se traduce en 217 tantos en 8 encuentros, incluyendo 32 unidades a España. Antes de los cotejos los fanáticos le lanzaban flores y pedían autógrafos, por lo que el istmeño tenía que esconderse entre sus compañeros.

Un año después, tras derrotar a Cuba en el CENTROBASKET de La Habana, Fidel Castro solicitó su presencia para preguntarle si sabía que el baloncesto era para personas gigantes, a lo que respondió: "No le tengo miedo ni a Usted".

En 1970, antes de la final de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe disputados en la capital panameña, Omar Torrijos apostó con Peralta Jr. a que Cuba ganaba el partido. El extraordinario jugador aceptó el reto y el líder de la revolución octubrina tuvo que regalarle un apartamento en Villa Gabriela. Panamá ganó 86-81 y Davis culminó con 32 puntos.

En septiembre de ese año se escribió una de las páginas más tristes y dramáticas del baloncesto nacional, cuando Peralta Jr. falló la canasta decisiva que pudo clasificar a Panamá entre las siete mejores selecciones del mundo durante el campeonato ecuménico de Yugoslavia.

Cuenta la historia que tras vencer a Egipto y perder ante Rusia, Panamá necesitaba derrotar a Uruguay para clasificar. A falta de escasos segundos para culminar las acciones, los charrúas ganaban por un solo punto y Pedro "Mago" Rivas se preparaba a sacar el balón por una de las laterales.

Rivas cedió la esférica a Peralta, éste penetró hasta colocarse debajo del aro y al momento de depositar el balón pensó si debía hacerlo de tablero o de hilo. Esa fracción de segundos le costó a los panameños la clasificación. Peralta lloró desde el viejo continente hasta llegar a casa. Lo poco improbable había ocurrido.

Tras participar en otros múltiples eventos cesteros, entre ellos, una medalla de oro en los VI Juegos Bolivarianos, Peralta Checa se retira en 1978 después de disputar los Centroamericanos y del Caribe de Medellín, Colombia.

 

 


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