El basket busca identidad
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Carlos Alberto Martínez
EPASA
Los noventa fue el de la búsqueda de una nueva identidad propia para el baloncesto panameño, que encontró frustraciones a niveles más altos y se conformaba con ganar los campeonatos centroamericanos, lo que sería aprovechado poco a poco por sus rivales en un momento considerados como “débiles” como el caso de Costa Rica dándonos sorpresas como la de 1997 en las finales de los Juegos Centroamericanos de San Pedro Sula.Para este década fue el de los intentos de baloncesto superior o su rescate del mismo, alcanzados primero, con un torneo profesional denominado Liga de Baloncesto Asociado (LBA) en 1993, en que muchos incrédulos no confiaban en su éxito y hasta lo tildaron como la “Idea de 90 Locos”. A la larga, y con el título ganado por los Toros de El Chorrillo, se demostró la capacidad de ir más allá y con la credibilidad de nuevas figuras en la dirigencia. Sin embargo, el torneo no tuvo continuidad ante la clara molestia de los dirigentes del baloncesto federado, quienes quisieron imitar con el Circuito Superior tanto de 1994 como de 1997, pero en ambos, se siguieron cometiendo los mismos errores y terminaron en rotundos fracasos financieros mas no deportivos ya que hubo una excelente calisdad pero que para recuperarse de las pérdidas, tuvieron que trasladar las finales hacia el interior del país, y el mismo caso siguió con el circuito interprovincial CIBA. Como una alternativa, la Liga Distritorial de Panamá creó el circuito interbarrial CBI y no solo rescató el nivel de los juveniles y mayores, sino también el baloncesto femenino. La presencia de estrellas y entrenadores del baloncesto de la NBA, en su acción de difundir internacionalmente el juego, tales como David Robinson, han logrado cautivar el interés por el baloncesto, pero de las actuaciones panameñas a nivel internacional, la más brillante, pese a su marcador adverso, ocurrió en el Torneo Preolímpico de Las Américas de 1992, cuando la selección panameña resistió de tú a tú con el Dream Team I de Estados Unidos compuesto por figuras de la NBA, mientras que a nivel individual, varios jugadores panameños emigrarían a mejores horizontes especialmente al baloncesto de Puerto Rico como Leroy Jackson o en Europa como Antonio “Toñito” García.
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