Del “No Más” al “Uno Más”

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Carlos Alberto Martínez
EPASA

Roberto Durán y el ex campeón olímpico estadounidense, Sugar Ray Leonard, protagonizarían en los ochenta, una larga rivalidad en un tiempo en que las grandes bolsas invadían al boxeo mundial en los pesos welter y medianos a junior medianos. Por problemas de peso, Durán tuvo que ir a buscarse un segundo título mundial en los welter, donde Leonard era el dominador, aunque su estilo de pelea no era del gusto de Durán quien quería ponerle en su sitio con experiencia.

Para esa pelea, tendrían que llegar a un acuerdo los dos acérrimos competidores de la promoción boxística como Don King, quien tenía a Durán, y a Bob Arum, quien tenía a Leonard, para que la batalla esperada se diera el 20 de junio de 1980, en Montreal, Canadá, en el Stade Olympique.

Luego de una lucha ardua y estrecha en las tarjetas, Durán finalmente lograba la victoria en decisión dividida en 15 asaltos que festejó a Panamá y unió a los latinoamericanos.

Ray Leonard no estaba de acuerdo con el fallo y pidió una revancha directa que sería pautada para el 8 de noviembre de ese mismo año, en Nueva Orleans, pero el exceso de confianza, la falta de preparación y descuído de parte del “Manos de Piedra”, acabó en un octavo asalto, al no continuar la pelea, supuestamente por una lesión en su mano. De allí, saltó a la fama mundial la corta frase de “No Más” y le devolvió el cetro y la atracción a Leonard.

Durán tardaría en recobrarse en su preparación boxística y quería en todo momento, buscar una tercera oportunidad ante Leonard, pero los problemas con su peso fueron clave para que la ocasión se le alejara. No obstante, Durán logró con éxito llevarse el título de los junior medianos sobre el estadounidense Davey Moore pero lo perdería ante Marvin Hagler en 1983 y Thomas Hearns en 1984, este último, por un fulminante nocaut. En 1989, se llevaría el título de los medianos sobre el estadounidense Iran Barkley por decisión.

En ese año, se le presentó finalmente la gran oportunidad de medirse a Leonard, quien estaba con un título crucero ganado pero forzado a retirarse por problemas en sus retinas y a que también estaba llegando al ocaso de su carrera. La pelea se programó para el 19 de noviembre en Las Vegas, y el resultado no dejó dudas ya que el norteamericano fue superior a Durán en los doce asaltos que la duró bajo nuevas normas que se uniformaron por las entidades boxísticas mundiales que fueron la AMB, CMB y la IBF.

Leonard se retiraba con honores como Miembro Permanente del Comité Olímpico Internacional y con dinero para disfrutar, mientras que Durán aún continuaría en el boxeo aunque más por supervivencia al no contar con el dinero que había ganado y que se calculaba en más de ocho millones de dólares.

 

 


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