Baeza y los Clásicos del Caribe

.............................................
Carlos Alberto Martínez
EPASA

La hípica panameña, consiguió en sus jinetes los triunfos más importantes en las tres “gemas” de la Triple Corona de la hípica norteamericana, cuando Braulio “El Chino” Baeza, alcanzó primero en 1961, el Belmont Stakes sobre los lomos de “Sherluck”, pero el más importante de todos lo alcanzaría dos años más tarde, en el tradicional Derby de Kentucky, al ganarlo sobre los lomos de “Chateaugay”, con el que repitió en el Belmont, es decir, ligó dos triunfos en dos de las tres carreras más trascendentales del “Deporte de Reyes”.

Mientras ello ocurría, en Panamá surgía la figura de otro jinete que en la década de 1960 al 1970 daba dividendos y gustaba entre los hípicos, Laffit Pincay Jr., hijo del jinete del mismo nombre, quien a la larga iría hacia tierras estadounidenses a comenzar una vertiginosa carrera que llegaría a superar a los mejores jinetes canaleros de su tiempo.

Para 1964, un grupo de entusiastas hípicos de la región caribeña formalizaron la creación de la Confederación Hípica del Caribe, y en 1966 comenzó lo que se conoce como el Gran Clásico del Caribe, que reúne a los mejores caballos campeones y segundos lugares de la región centroamericana, caribeña, y a los países sudamericanos de Colombia, Venezuela y Ecuador. La primera sede fue el Hipódromo de La Rinconada de Caracas, Venezuela, y el primer ejemplar panameño fue Iván, y aunque dicho caballo no ganó, marcó el inicio de una serie de participaciones en estos clásicos.

Así mismo, entre 1966 y 1969, se conoce la primera participación femenina de una jocketa en el coso hípico nacional, Letty Miller, una corredora de origen “Zonian”.

 

 


Copyright 1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A.