Béisbol, Fútbol y Cricket: Los primeros en introducirse

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Carlos Alberto Martínez
EPASA

Las firmas de los primeros convenios con estadounidenses, franceses y británicos, para los estudios y construcción de lo que más tarde serían las franjas de terrenos componentes de la región canalera entre las ciudades terminales de Panamá y Colón, dieron como consecuencia la llegada de los primeros grupos de profesionales, militares, marineros, misioneros y aventureros para sacar buen provecho de los recursos de nuestro país como zona de tránsito, y, con ellos, la introducción de las actividades deportivas.

Según datos históricos de la época y de diversos autores, se señalan al béisbol y al cricket como los primeros deportes que calaron en la afición panameña, siendo el primero, el que más tarde se asentaba en lo que es actualmente bien o mal llamado “Deporte Favorito de los Panameños”.

El cricket, fue introducido por los británicos profesionales y convivió en popularidad con el béisbol, y hasta hubo clubes con la formación de ambos deportes, pero también, el balompié tuvo su llegada, aunque tardía y cohibida por parte de una familia británica, los Taylor, de quien se ha podido conocer, fueron unos ingenieros que llegaron para la formación del Ferrocarril Transístmico junto con los norteamericanos.

Para los primera década del siglo 20, el principal deporte, el béisbol, no tuvo liga sino una serie de partidos esporádicos y rivalidades como los del Panama Athletic Club, el principal club deportivo de Panamá en la historia del inicio de la República, el Panama Boys, Cholera, Isthmian Baseball Club, Isthmian Canal Commission, entre otros, incluyendo la presencia de equipos de la Marina de Guerra de Estados Unidos que venían de tránsito, incluso como protectores del territorio recién independizado.

En 1904, surge el primer reto internacional de un equipo de la Marina estadounidense y un equipo panameño en béisbol.

El cricket, sería asimilado mayormente por los grupos afroantillanos, quienes se enfrentaban entre sí, como medio de recreación de quienes llegaban de las colonias británicas, mientras que en el fútbol, el reto de los “marines” americanos fue aceptado con un primer partido y luego al año siguiente se hizo otro en la Plaza del Triunfo, llegando a gustar finalmente a la afición y a sus jóvenes entudiastas.

 

 


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