on este trasfondo se realizaron las elecciones presidenciales el 7 de mayo de 1989. La Alianza de Oposición Civilista ADOC, postuló al arnulfista Guillermo Endara como Presidente y a Ricardo Arias Calderón y Guillermo Ford como vicepresidentes. El PRD bajo la sigla COLINA, Coalición de Liberación Nacional, postuló a Carlos Duque para Presidente y al cuñado de Noriega Ramón Sieiro y Aquilino Boyd como vicepresidentes.Después de un torneo teñido de dramatismo, el día 10, el Tribunal Electoral declaró nulas las elecciones y la ADOC fue a una gran marcha nacional. En el transcurso de la misma las fuerzas de la oposición fueron atacadas brutalmente por los batalloneros. El candidato presidencial recibió un fuerte golpe en la cabeza y Guillermo Ford también fue terriblemente atacado, en tanto que uno de los guardaespaldas fue asesinado.
Las relaciones con Washington se hicieron aún más tensas. El Comando Sur aumentó el número de efectivos en nuestro país, e intensificó las maniobras militares. Es más, la intervención de la OEA como mediadora , entre ambas partes, terminó en un rotundo fracaso. Los Embajadores viajaron a Panamá para alcanzar algún tipo de solución negociada, pero regresaron con las manos vacías.
El 31 de agosto, al finalizar el período presidencial de Ardito Barletta, el Consejo General de Estado designó para reemplazar a Solís Palma, al ex Contralor General Francisco Rodríguez como Presidente Provisional y a Carlos Ozores Typaldos como vicepresidente. A partir del 1 de septiembre se restauró la Asamblea de Representantes de Corregimientos en lugar de la Asamblea Legislativa. Lo cierto es que muy pocas naciones reconocieron a este nuevo gobierno que no era más que una máscara de la dictadura militar.
Dos meses después , en octubre, Moisés Giroldi uno de los oficiales más cercanos a Noriega, intentó darle un golpe de Estado que fracasó por la indecisión de los alzados y por la falta de compromiso del Comando Sur. Los implicados fueron ejecutados por órdenes de Noriega. A partir de entonces, las críticas recibidas por el gobierno de George Bush por desaprovechar esta oportunidad para deshacerse de Noriega, llevaron al Presidente y a sus consejeros a aumentar las provocaciones con el fin de justificar una invasión armada a Panamá.
Poco días antes de la invasión, el 15 de diciembre, la Asamblea Nacional de Representantes declaró que el país se encontraba en estado de guerra y nombró al General Noriega como Jefe de Gobierno, mientras durara esta delicada situación. Los días 17 y 18 se produjeron incidentes entre las fuerzas norteamericanas y las panameñas y un teniente del Ejército de los Estados Unidos resultó muerto. Otro oficial y su esposa fueron detenidos y maltratados. Esto era todo lo que Bush necesitaba para dar la orden de invadir.