Narcodictadura y crisis estructural (1981-1989) Inestalibilidad política y desajustes económicos

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Dr. Celestino Andrés Araúz
Dra. Patricia Pizzurno

A la muerte de Torrijos en julio de 1981, le sucedió al frente de la Guardia Nacional el Coronel Florencio Flores quien no mostró mayor interés por desempeñar la dirección del cuerpo armado. De manera, que el 3 de marzo de 1982,pasó a retiro y fue sustituido por Rubén Darío Paredes, un militar de derecha que sospechaba de las inclinaciones izquierdistas de Royo. En consecuencia, en julio de ese año, en medio de una huelga de educadores y de una creciente oposición social, Paredes se deshizo de Royo, quien justificó su salida de la presidencia debido a un fuerte dolor de garganta. A partir de entonces, este golpe se conoció como el “gargantazo” y puso de manifiesto que la democratización del país aún estaba lejos.

El 31 de julio de 1982, De la Espriella, un tecnócrata graduado en los Estados Unidos asumió la presidencia de Panamá, mientras Jorge Illueca se encargaba de la vicepresidencia.

La década del 80 se caracterizó por el desajuste y la desaceleración económica. Después del despilfarro de la década anterior, Panamá se vio doblemente efectada por la crisis del petróleo, pues el país se encontraba fuertemente endeudado. Ante la imposibilidad de asumir el pago de la deuda se tuvo que llegar a un acuerdo de Contingencia (stand by) con el Fondo Monetario Internacional, por un plazo de 18 meses. Pero lo cierto es que Panamá no pudo cumplir los acuerdos pactados para reducir el déficit en el sector público. La deuda pública llegó a representar el 70% del PIB.

En el campo socio-político, el Comandante Paredes planteó la necesidad de reformar la Constitución con el fin de realizar elecciones presidenciales en 1984. Para entonces, ya venía preparando su candidatura presidencial, para lo cual esperaba contar con el apoyo de la Guardia Nacional. Las reformas constitucionales se efectuaron en 1983, según lo planeado. Entretanto, en el Estado Mayor se había pactado el llamado Plan Torrijos de sucesión en el escalafón militar, que entrañaba asimismo, el apoyo a la candidatura de Paredes. Con este propósito, en agosto de 1983, Paredes se retiró de la Comandancia y fue sustituido por Manuel Antonio Noriega. Pero Noriega tenía ideas muy claras respecto al papel que le tocaba jugar, así como al perfil del futuro Presidente de Panamá, y el mismo no coincidía con el de Paredes. Es más, posiblemente Noriega temiera que, llegado el caso, Paredes como ex Comandante y Presidente de la República detentara mayor poder que él y no se sometiera a los designios de la Guardia Nacional. Pocas semanas más tarde, retiró el apoyo de la Guardia a la candidatura de Paredes. Hacia finales de año, Noriega dejó bien en claro el papel que le asignaba al instituto armado cuando propuso y logró que se promulgara, la ley 20 Orgánica de las Fuerzas de Defensa de Panamá, por la cual la nación se ponía al servicio de los militares.

 

 


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