omingo Díaz ocupó la presidencia de la República el 1 de octubre de 1948, pese a las acusaciones de fraude y a las amenazas de una invasión por parte de los seguidores de Arnulfo Arias, quienes lo llamaban "el usurpador". Además de la inestabilidad política que vivía el país, comenzaron a dejarse sentir con fuerza los desajustes económicos por el fin de la guerra. La inflación que se había desatado en los años de la conflagración,no cedió y a ello se agregó el desempleo y el aumento de los productos de la canasta familiar.Pocos meses después de asumir el mando, se descubrió el llamado "complot de la Pascua", en abril de 1949, en el que se vieron involucrados Harmodio Arias, J.J. Vallarino y Arturo Illueca, quienes fueron tomados prisioneros. Se declaró el estado de sitio en todo el territorio nacional y se suspendieron las garantías individuales. El país parecía encaminarse hacia el caos.
El gobierno redujo los salarios estatales y se paralizaron las obras públicas, lo cual también creó desasosiego social. Para la refundición de la deuda externa se aplicó el Plan Manero que consistía en la emisión de bonos garantizados con el pago de la anualidad del Canal y con base en la liberación del Fondo Constitucional o Millones de la Posteridad. Díaz también se abocó a la tarea de desarrollar la incipiente aviación comercial panameña, para lo cual firmó un Convenio de Aviación con los Estados Unidos.
En julio de 1949, en medio de insistentes rumores de un golpe de Estado, el Presidente solicitó una licencia por enfermedad y se retiró del cargo. El 23 de agosto falleció. La Presidencia fue ocupada por el primer Vicepresidente Daniel Chanis.
Chanis llegó con ánimo de propiciar la reconciliación nacional y comenzó indultando a los implicados en el complot de la Pascua. También ordenó la desintegración de los Pie de Guerra que era la tropa de choque del Partido Liberal Doctrinario. Pero su bien intencionado plan de reconciliación no sería tan fácil de implantar, sobre todo por la grave crisis económica que aquejaba al país .
A la contracción de las transacciones mercantiles y al desempleo que campeaba, sobre todo en las ciudades terminales, se sumó una huelga de educadores.
Pero eso no fue todo. En noviembre, la prensa comenzó a denunciar las extralimitaciones de los Comandantes de la Policía Nacional, especialmente de los Coroneles José Antonio Remón Cantera, Bolívar Vallarino y Saturnino Flores. El asunto se ventiló en el seno de la Asamblea Nacional, donde se planteó que determinados grupos económicos monopolizaban algunas actividades comerciales como la industria de la carne, los medios de comunicación en la ciudad de Panamá, las cantinas, los casinos y los prostíbulos. Para investigar los hechos la Asamblea nombró una Comisión que debía, en primer lugar, ocuparse de las actividades de la Cooperativa Nacional en el matadero.
La comisión estuvo integrada, entre otros diputados, por Jorge Illueca y Carlos Iván Zúñiga quienes, a mediados de noviembre, realizaron una inspección al abattoir. En el informe que le rindieron al Presidente Chanis se destacaban varias irregularidades tales como que la Cooperativa Nacional, entre cuyos accionistas figuraban el Comandante Remón y miembros prominentes del Partido Liberal Doctrinario, abastecía de carne al matadero en perjuicio de otros productores. También señalaba el informe que la carne en mal estado era repartida y vendida para el consumo de la población. Ello obedecía al hecho de que el precio de este producto se había disparado y se consideraba un artículo de lujo. Finalmente, los diputados concluían que, en realidad, no era el Presidente quien gobernaba sino la Policía Nacional y los comerciantes.
El 19 de noviembre, Chanis convocó a Remón a la presidencia para solicitarle la renuncia so pretexto de que la Policía estaba muy corrompida y urgía reorganizarla. Chanis le hizo saber que sino dimitía sería arrestado. El Comandante no cedió y Chanis procedió a destituirlo y a nombrar una nueva cúpula policial integrada por Rogelio Fábrega, Oscar Ocaña y Manuel Palau, en reemplazo de Remón, Vallarino y Flores. Pero el segundo Comandante Vallarino no reconoció la decisión del Presidente y ordenó que la Policía rodeara el palacio Presidencial donde se hallaba detenido Remón. Chanis, entonces , puso en libertad a Remón para que parlamentara con sus subalternos, bajo la atenta mirada de algunos Ministros de Estado y otras altas autoridades. Pero una vez en el cuartel Remón decidió retomar el poder y exigirle la renuncia al Presidente Chanis, a quien le dio plazo hasta la madrugada del 20 de noviembre, o de lo contrario atacaría el palacio Presidencial. Aunque Chanis le propuso tomar una licencia a cambio de las renuncias de los Comandantes, Remón no cedió.
La crítica situación provocó que el cuerpo diplomático actuara como mediador. Fue precisamente el Embajador norteamericano Monett Davis quien logró convencer a Chanis. En la madrugada del 20, el Presidente presentó su renuncia irrevocable, que los magistrados de la Corte Suprema aceptaron provisionalmente.
De inmediato, fue juramentado como Presidente el segundo Vicepresidente Roberto Chanis quien era primo de Remón. No obstante, todavía quedaban cabos sueltos. En efecto, la Asamblea Nacional debía aceptar o rechazar la renuncia de Chanis y para ello se decidió convocar al ex Presidente para conocer sus razones. Una vez en la Asamblea, Chanis manifestó que había sido amenazado para renunciar y que deseaba retirar su dimisión. El pleno de la Asamblea se mostró de acuerdo.
Acompañado por un grupo de diputados y seguidores,Chanis se encaminó hacia la Presidencia para retomar el poder. La Policía Nacional trató de impedir esta marcha, para lo cual utilizó métodos violentos, cuyo saldo fueron varios muertos y heridos, pero diferentes gremios se propusieron apoyar al Presidente depuesto. Se declaró una huelga general en la ciudad capital y se exigió la renuncia de los Comandantes, al tiempo que se convocó un mítin en el Parque de Santa Ana y los institutores se tomaron el Instituto Nacional, de donde fueron desalojados por la Policía.
Mientras Chanis reclamaba sus derechos como legítimo Presidente , Chiari se negaba a abandonar la presidencia. Ello provocó que la Corte Suprema de Justicia se pronunciara a favor de Chanis, declarándolo Presidente constitucional. Chiari entonces, acató el fallo y abandonó el Palacio Presidencial, mientras Remón advertía que la Policía Nacional no reconocía lo actuado por la Corte Suprema y anunció que regresaría a la Presidencia con Arnulfo Arias.