El Tratado General de Amistad y Cooperación o Arias-Roosevelt

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Dr. Celestino Andrés Araúz
Dra. Patricia Pizzurno

A poco de asumir la presidencia Arias demostró su interés por reformar el Tratado Hay-Bunau Varilla, al tiempo que grupos nacionalistas, a lo interno del país, comenzaron a exigirle que reclamara al gobierno de los Estados Unidos la igualdad de trato para todos los trabajadores del Canal, la neutralidad de la vía y el reconocimiento de la soberanía nacional sobre la Zona del Canal. Pero eso no era todo. También se solicitaba que el pabellón nacional ondeara junto al estadounidense en la Zona, que se eliminaran los artículos I y VII del Tratado de 1903, por los cuales los Estados Unidos garantizaba la independencia de la República y podía intervenir en las ciudades terminales, respectivamente; que los panameños recibieran igual trato y oportunidades que los trabajdores gold, así como la devolución de tierras y el establecimiento de aduanas para controlar y evitar el contrabando procedente de la Zona del Canal.

En octubre de 1933, los Presidentes Arias y Franklin D. Roosevelt, en el contexto de la Política del Buen Vecino, realizaron una Declaración Conjunta en la que en líneas generales Estados Unidos se mostraba dispuesto a satisfacer las demandas económico-fiscales de la República de Panamá y aminorar la competencia perjudicial para el comercio nacional. pero nada se mencionaba sobre las reivindicaciones respecto a la soberanía.

En 1934, Roosevelt visitó Panamá y en noviembre de ese año se iniciaron las conversaciones y estudios para la firma de un Tratado. Después de año y medio de negociaciones, en marzo de 1936, se firmó el Tratado General de Amistad y Cooperación que reformaba algunas de las cláusulas de la Convención firmada 33 años antes.

Por el Tratado Arias-Roosevelt o Hull-Alfaro, se eliminaban los artículos I y VII del anterior Tratado y hasta cierto punto se ponía fin a las expropiaciones de tierras al declararse que ya Panamá había cumplido leal y satisfactoriamente en este sentido. La anualidad se aumentó a B/ 430.000 y se adoptaron medidas para controlar la competencia desleal de los comisariatos. Incluso, el Tratado le permitía a Panamá la construcción de edificios para aduanas.

Aunque en líneas generales el documento resultaba beneficioso para nuestro país en el aspecto económico-fiscal, al tiempo que se daban pasos importantes para la recuperación de la plena soberanía sobre el territorio nacional, lo cierto es que también entrañaba serios compromisos militares pues transformaba a Panamá en aliado incondicional de los Estados Unidos en caso de guerra para la defensa del Canal. El Tratado fue combatido por algunos sectores y grupos políticos, como el Partido Socialista, sobre todo por Demetrio Porras y Diógenes de la Rosa.

El Tratado Arias- Roosevelt recién fue ratificado en 1939 por el Congreso de los Estados Unidos, justo cuando el mundo entraba en guerra.

 

 


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