Mañana termina el siglo XX

Tomado de
El Tiempo
Ahora sí, bienvenidos al futuro. El cacareado nuevo milenio por fin verá la luz este primero de enero. No importan los millones de dólares gastados en solucionar el problema informático conocido como 'virus del milenio', las espectaculares celebraciones de hace un año. No por mucho madrugar amanece más temprano. Los Laboratorios de Tiempo y Frecuencia, encargados de calcular y mantener la hora legal, lo tienen claro. Según el documento ¿Cuándo comienzan el siglo XXI y el nuevo milenio?, preparado por el ingeniero Luis Mancera, "en nuestro calendario civil (calendario gregoriano) no existe el año cero y, como consecuencia, el conteo de cien años para un siglo y el de mil para un milenio deberán terminar con el año cien o con el año mil, respectivamente. En otras palabras, las del periodista argentino Vicente Stamato en su libro El insensato escándalo sobre el año 2000, "si creemos que todas las décadas -como su nombre lo indica- deben contener 10 años, y todos los siglos 100, entonces el año 10 pertenece a la primera década y el 100 debe registrarse como perteneciente al primer siglo. Por tanto, el próximo siglo y el próximo milenio comenzarán el primero de enero del año 2001". La opinión de la Iglesia también interesa, pues al fin y al cabo nuestra era es la llamada era cristiana, gracias a un sabio monje sirio que vivió en Roma en el siglo VI y que quiso contar los años a partir del nacimiento de Jesucristo. Nuestro calendario se originó en el romano, cuyo replanteamiento fue ordenado por Julio César (46 a. C.) como consecuencia de las confusiones generadas por los abusos de los pontífices, responsables de insertar días para conciliar las diferencias entre un año civil y la realidad de los movimientos celestes. El griego Sosígenes de Alejandría se encargó de la Reforma Juliana, que introdujo los años bisiestos cada 4 años y que realizó un ajuste de más de 80 días, responsable de 'el último año de confusión'. A pesar de los cambios, el calendario juliano acumulaba un error de 11 minutos y 14 segundos por año, respecto de la duración del año natural, equivalente a un desfase de un día cada 128 años, que requirió una reforma posterior. Hacia el año 532, el monje Dionysius Exiguus fija el comienzo de una era con el nacimiento de Jesucristo como punto de referencia, la era cristiana. El error acumulado por el calendario juliano sumaba aproximadamente 10 días en el siglo XVI. Las fiestas de Pascua, calculadas a partir del equinoccio de priraban días antes de lo debido. El papa Gregorio XIII convocó a una comisión para que cambiara el calendario. La Reforma Gregoriana, que entró en vigencia en 1582, corrigió el desfase de 10 días del calendario juliano pasando directamente del jueves 4 al viernes 15 de octubre. Se conservaron los bisiestos cada 4 años, pero se dispuso que los años seculares (múltiplos de 100) solo serían bisiestos si eran divisibles exactamente por 400. Se llegó así a un calendario más exacto, que presenta una desviación de aproximadamente 2 horas y 50 minutos cada 400 años, es decir un desfase de un día en un período aproximado de 3.400 años.
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Se llegó así a un calendario más exacto, que presenta una desviación de aproximadamente 2 horas y 50 minutos cada 400 años, es decir un desfase de un día en un período aproximado de 3.400 años.
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