En mi vida me he encontrado con más de cuatro pseudo intelectuales que cuando vas a sus casas se jactan de sus bibliotecas, y de los miles de títulos que poseen. En cada tablilla hay decenas de libros sobre autoayuda, literatura universal, biografías, teoría política y todo lo demás. Por supuesto que no puede faltar una Biblia que tienen en exhibición, abierta en el Nuevo Testamento.
Sin embargo, cuando vemos el comportamiento de esas personas, nos preguntamos cómo es que alguien que supuestamente ha leido tanto, tiene tantos vicios de personalidad.
El hábito de la lectura es uno de los más apasionados del mundo. Uno sólo necesita tener un libro o una revista, sentarse y leer. Lo demás viene solo. La habitación de nuestra casa cambia de aspecto si nos compenetramos con una lectura que nos traslade a la edad media, época del renacimiento vanguardista.
Los libros son los mejores aliados cuando tratamos de buscar respuestas sobre muchas cosas. Si seremos padres por primera vez, lo recomendable es nutrirse con informes de especialistas en la materia; en cambio, si se trata de libros que fortalezcan el espíritu contristado cada párrafo se convierte en edificación para ese corazón, sin embargo, si aquellos consejos son captados como hermosos y lindos y no los aplicamos, no sirve de nada.
Hacer la inversión para comprar un libro familiar no es malo. Lo negativo del asunto es leerlo, reconocer como bueno los ejemplos que se presentan, recomendar el libro a otros y no practicar lo que se dice en el libro. Por ejemplo, hay gente que habla de amor al prójimo, pero hace diferencias por su manera de ser o su apariencia física. Otro caso es cuando se dice que hay que hablarle a muchos para llevarlos al camino del Señor, pero estas personas se aislan como monjes en cuevas bien lejanas.
Los libros son un tesoro que nadie debe despreciar, mucho menos el contenido cuando se trata de consejos sanos, pero ¿por qué comprar un libro si no aplico lo que considero me ayudará en mi vida?
Si usted se ubica en esta línea, debe estar consciente de que se está engañando a usted mismo porque no está creciendo como lo quiere hacer. Desde hoy debe considerar anotar en una lista todo lo positivo que lee y aplicarlo de inmediato por su bien. Así notará un gran cambio.