Las llantas traseras que se le desprendieron a un autobús de la ruta Tocumen-Vía España mataron al indostanés Pravimbhai Dhaludhai, de 34 años, quien caminaba tranquilamente por las calles de Cabuya, cobrando los abonos de artículos que había vendido a crédito a residentes de ese sector.
El diferencial del bus conducido por Alexis Edgardo Pitty Calderón, se salió de la grapa que lo sostiene y al golpear a Dhaludhai lo impulsó hacia un barranco.
El pobre hombre esperó durante 50 minutos que una ambulancia llegara para trasladarlo al hospital, pero murió aparentemente ahogado con su propia sangre.