Ella se ha dado el tupé de haber sido la causante de una riña internacional. Pues si es usted buen seguidor de la historia panameña, recuerde que fue un pedazo de sandía el causante de un enfrentamiento entre panameños y norteamericanos, en 15 de abril de 1856.
Pero eso no es lo que nos ocupa en esta ocasión, hoy daremos a conocer sobre la bondades de esta fruta veraniega que pronto invadirá los mercados y que calmará la sed de muchos en estos tiempos soleados.
ES AFRICANA
La sandía se considera originaria de países de Africa tropical y su cultivo se remonta desde hace siglos a la ribera del Nilo, desde donde se extendió a numerosas regiones bañadas por el mar Mediterráneo.
Los pobladores europeos fueron quienes la trajeron hasta América, donde su cultivo se extendió por todo el continente. Hoy en día es una de las frutas más consumidas por el mundo, y los principales países productores son: Turquía, Grecia, Italia, España, China y Japón.
Se tiene constancia de más de cincuenta variedades de sandía, que se clasifican en función de la forma de sus frutos, el color de la pulpa, el color de la piel, el peso, el período de maduración, etc.
COMO SABER SI ESTA MADURA
Sabemos si una sandía está madura si la mancha de la cáscara que ha estado en contacto con el suelo es de color amarillo cremoso. Una mancha blanca o verdosa indica que se recogió antes de tiempo y resultará insípida, pues la sandía es un fruto no climatérico, motivo por el cual, para que sea de buena calidad ha de recolectarse cuando está totalmente madura.
El truco para elegir una sandía madura es que al darle golpes con los dedos o las palmas de las manos ésta suene "hueca".
Su superficie no ha de presentar cicatrices, quemaduras de sol, abrasiones, áreas sucias, magulladuras u otros defectos.
Si se adquiere una sandía en trozos, conviene asegurarse de que la carne es firme y jugosa.