FAMILIA
Efectos sobre la solución
de problemas: angustia, tensión
y estados de ánimo
Robert L. DuPont Jr. M.D.
Todas las personas, sin importar
la edad, deben aprender a salir adelante. De hecho, es la incapacidad de
hacerlo, de resolver los problemas personales activa y creativamente, lo
que lleva a un gran número de personas a consumir drogas. Los jóvenes,
en particular, necesitan aprender a manejar la angustia y la tensión
debido a que, aunque éstos son estados de ánimo negativos,
son esenciales para vivir sanamente y crecer de manera sólida hacia
la madurez.
Gran parte de nuestro crecimiento personal se presenta cuando encontramos
que nuestra manera de vivir no funciona bien. En esas ocasiones, sentimos
frustración e incluso dolor. Fallar en la escuela o el trabajo, tener
decepciones en las relaciones personales y desear lo que no podemos tener
son experiencias comunes a todas las edades. Estas realidades son difíciles
de sortear. Por otra parte, la desmoralización y escapar de las dificultades
son también emociones universales; aquí es donde entra la
habilidad de salir adelante. La mayoría de nosotros, frente a la
adversidad, nos animamos y desarrollamos como individuos. Muchas veces rechinamos
los dientes y la soportamos estoicamente. Si el problema es demasiado duro
o demasiado grande para nosotros, buscamos ayuda, encontrándola algunas
veces en nuestra comunidad: amigos, consejeros, maestros y patrones. Por
supuesto, cuando los retos exceden nuestra capacidad de solución,
buscamos el apoyo de quienes nos aman y a quienes amamos. Con frecuencia,
especialmente para los adolescentes, esto significa la familia, los padres.
Los mejores aliados de los adolescentes para manejar sus problemas, incluso
con las drogas, son sus familiares. Su mayor amenaza es la drogadicción,
especialmente con mariguana y alcohol. Ciertas personas, muchas tal vez,
se refugian en su fe religiosa cuando su maquinaria para salir adelante
es superada o se rompe. Nos dicen "quiénes somos", que
"no estamos solos" e incluso que "nuestra vida personal tiene
un significado más allá de lo que siento o no".
Todos los problemas con los que nos encontramos en la vida tienen una
solución demandante, y si somos lo suficientemente fuertes y afortunados,
la encontramos la mayoría de las veces. Si no podemos, se apodera
de nosotros una tensión interna y es cuando nuestra capacidad de
solución debe trabajar y rápidamente. En el adolescente típico
las habilidades necesarias para manejar estos sentimientos todavía
no están bien desarrolladas; su nivel es bajo. En el corto plazo,
por desgracia, todas las drogas, incluyendo mariguana, tienen formas tentadoras
de reducir las sensaciones desagradables de angustia y tensión. Lo
que la gente joven no comprende es que esa reducción drástica
limita el incentivo de aprender a solucionar, al igual que su capacidad
y flexibilidad, las cosas que realmente necesitan.
Esta reducción, a su vez, plantea amenazas y barreras especiales
al desarrollo tanto físico coo mental de los jóvenes. Sin
una capacidad sólida de solución encuentran sus esperanzas
bloqueadas, se distorsiona la visión que tienen de sí mismos
y mina sus oportunidades de un futuro feliz y productivo.
Debido a que la mente y el cuerpo de los adolescentes son vulnerables
a los efectos de todas las drogas, especialmente mariguana, los desajustes
en las señales hormonales de la glándula pituitaria, característica
del consumo de mariguana, son particularmente inquietantes. Estas son las
señales que el cuerpo utiliza para impulsar su madurez física
y mental, y la desorganización de este proceso de transportación
de mensajes durante la adolescencia, puede producir efectos permanentes
profundos, un hecho menos probable en el caso de los adultos drogadictos.


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