Celine Dion dio su último concierto en el Caesars Palace, de Las Vegas, donde cumplió un millonario contrato de cinco años. Bajo una lluvia de pétalos de rosa y con lágrimas en los ojos, se despidió de su público de Las Vegas con un "hasta siempre".
La cantante explicó que su decisión de dejar su espectáculo en Las Vegas es para dedicarle más tiempo a su marido René Angelil y a su hijo.
Ambos subieron al escenario con una rosa roja. Por su parte, el pequeño René-Charles, de siete años, abrazó a su madre, quien estalló en llanto.