Transcribo este relato por la importancia que tiene. Su autor es el notable poeta boliviano Aníbal Guzmán. Empieza así: Me gustaría daros un resumen de la verdadera condición de América Latina, en la medida en que yo la conozco por haberla vivido. La alineación, en efecto, empieza allí donde no se comprende la situación en su realidad.
Se habla de un círculo vicioso que a duras penas podrá romperse. Esta falta de comprensión, vosotros comprendéis el porqué, ni tiene la formación escolar ni el mínimo de conocimiento técnico necesarios para desarrollarla. Por esta razón, en estos países, los productos alimenticios son insuficientes en cantidad y de los veinte Estados latinoamericanos, dieciséis están obligados a importar. Como promedio general, el sesenta por ciento de la población latinoamericana trabaja la agricultura, y, sin embargo, producción no basta para alimentarse ellos mismos. En Estados Unidos la población agrícola es del veinte por ciento y produce enormes cantidades para la exportación.
Una insuficiente alimentación comporta como consecuencia la enfermedad y la marcada desnutrición. La sub-alimentación acompaña al sudamericano de la cuna a la tumba. Solamente el cuarenta por ciento de la población como máximo dispone de agua potable.
Pero se plantea hay un problema todavía mucho más importante y la población latinoamericana, rural en su mayoría, está en trance de emigrar hacia las ciudades. Por las condiciones de vida que ofrecen y por el hecho de la industrialización, las ciudades se convierten en un centro de atracción para el proletariado rural. Y por consiguiente, de cinco emigrados con su familia que llegan a la ciudad, sólo uno trabaja. Por ese motivo, nacen de ahí los disturbios, las confrontaciones. Es de verse que el éxodo de los pueblos hacia las ciudades es una forma de protesta. El proletariado es como una tierra virgen. "No está marcada por nada, sólo por la miseria. ¿No cree usted que es un caso similar lo de Arraiján en nuestro país?