REFLEXIONES
"Día de las madres: Una fiesta panameña"

Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista internacional
La mujer es el ser más hermoso de la creación. Además de ser la compañera del hombre, es también la procreadora, la generadora de la vida. Muy poco se le reconoce ese papel fundamental de la mujer, como madre y educadora de los hijos. Siempre ha perdurado en nuestra civilización, el predominio del lado masculino en la raza humana. Aunque creo que ese estigma concluirá pronto, debido a los cambios modernos y a la lucha tremenda que han hecho las mujeres por lograr su igualdad frente a los hombres. Por doquier, hay escenas típicas de madres ejemplares que protegen a sus hijos, frente a los problemas cotidianos. La mujer abrazando a su bebé. La abuela consolando el llanto de su nieto. Aquella dama que educa al niño y la señora de la casa paseando con la familia. ¿Quién puede comprar el extraordinario papel de las madres? En este mundo, empero, hay países que no reconocen la importancia de respetar a las madres. Tampoco se esmeran en defender los derechos de esas mujeres agredidas en sus hogares, por esposos crueles que malcrían a los niños, con actitudes machistas y discriminatorias hacia el sexo femenino. Millones de madres, en estos momentos, no tienen siquiera un día tranquilo para cuidar a sus hijos, gracias al trabajo excesivo y el bajo salario que ganan. Algo que hace muy especial el reconocimiento del Día de las Madres, aquí en Panamá, es la vinculación con la fecha religiosa de la Sagrada Concepción de la Virgen María. En otros países, las madres reciben elogios en los primeros días del mes de mayo. Ese carácter santo de esta fecha católica cristiana, es importante para resaltar la personalidad misma de la mujer que dio a luz al Salvador del Mundo, el Mesías. Por ello, me resulta paradójico que algunas personas hayan intentado desvirtuar el especial significado del Día de las Madres, por el sólo hecho de satisfacer el fenómeno mercantilista de las ventas pre-navideñas y la comodidad de días libres, aunados a los fines de semana. Además, esos empresarios que buscaron aplicar esas medidas, no contaron con la oposición del pueblo panameño, el cual siempre ha mantenido esa fecha fija, como celebración en respeto a las madres. Lo que importa es que se respete el trabajo y esfuerzo de aquellas mujeres, quienes nunca se cansaron en lograr la superación de sus hijos. Más aún, cuando la mujer queda sola en el hogar y debe también hacer el papel de padre de familia. Durante estos días, cientos de miles de panameños hacen el esfuerzo para agasajar a las madres. A pesar de la fiebre consumista y materialista de las compras de regalos para nuestros seres más queridos, lo que importa es la buena intención. Otros, con mejor atino, prefieren regalar a "mamá", una bella serenata a la mexicana. Los más osados, incluso traen bandas musicales completas para alegrar la mañana del 8 de diciembre, con tonadas felices. La prueba más fuerte que la mujer tiene en su vida, es ser una madre ejemplar, además de velar por el cuidado de sus hijos. En Panamá varias personas famosas que dirigen los destinos de este país, son distinguidas señoras que poseen la experiencia esencial de ser madres. Desde la Presidenta, varias ministras, hasta legisladoras, constituyen esa realidad que engalana a nuestra sociedad en franco desarrollo social y moral. Nuestro saludo a las madres en su día. Para ellas, todo un jardín de hermosas rosas y claveles como regalo especial. Así sea.
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