Menem deja estabilidad económica salpicada con sospechas por corrupción

Agencias
Internacionales
El presidente argentino Carlos Menem comenzó ayer lunes su última semana en el Gobierno que entregará el viernes a la Alianza UCR-Frepaso (socialdemócrata), tras 10 años de gestión en los que transformó y estabilizó la economía, aunque salpicados por sospechas de corrupción en el Estado. Menem comenzó una serie de despedidas que culminarán el viernes cuando entregue el mando y reciba el apoyo de sus partidarios en una movilización a la Plaza de Mayo organizada por el diriemial Luis Barrionuevo, confirmada este lunes por el ministro del Interior, Carlos Corach. El mandatario saliente se comprometió este lunes a "no ponerle palos en las ruedas" a su sucesor, Fernando De la Rúa, y afirmó que el Partido Justicialista "seguirá trabajando para custodiar el modelo que pusimos en marcha". Es precisamente allí, en el modelo, donde Menem puede exhibir sus mayores logros: con la transformación económica y la estabilidad monetaria y un proceso de privatización de las empresas estatales y de modernización de servicios. Pero De la Rúa heredará además una tasa de desocupación del 14,5% (oficial) y un déficit fiscal que pretende paliar con alza de impuestos y más severidad en la recaudación, trascendió. El proceso de transformación dejó otros agujeros negros cuyos números alimentaron la polémica, como lo son los numerosos casos de corrupción investigados por la justicia. Entre los más destacados figuran los contratos de la empresa informática IBM con organismos oficiales como el Banco Nación y la Dirección General Impositiva (DGI), entre otros, la venta ilegal de armas a Crocia y a Ecuador entre 1991 y 1995 (cuando estos países estaban en guerra), la falta de transparencia en las privatizaciones y varios casos de presunto enriquecimiento ilícito que salpicaron toda la gestión menemista. A cuatro días del traspaso de mando, se recrudece el debate sobre la corrupción al conocerse que Menem y sus ministros suman 32 millones de dólares de acuerdo a sus respectivas declaraciones juradas de bienes, presentadas en la Oficina de Etica Pública. El dato no alcanza para medir si hubo enriquecimiento ilícito, ya que al asumir sus funciones aún no era obligatoria la presentación de la declaración jurada, lo que hace imposible la comparación. Por otro lado, el diputado aliancista Juan Pablo Cafiero denunció este lunes ante la Justicia a la secretaria de Recursos Naturales, María Julia Alsogaray, de ser una de las dos personas habilitadas para mover fondos de dos cuentas bancarias abiertas en las islas Caimán en las que entre 1992 y 1993 se depositaron 200 millones de pesos (igual en dólares). Alsogaray, de formación ultraliberal y llegada al gobierno de la mano de Menem, fue duramente cuestionada en su gestión, tras haber encabezado varias controvertidas privatizaciones.
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