REVELAN CIENTIFICOS No hay vínculos entre campos magnéticos y cáncer infantil

Londres
AP
Un nuevo estudio llegó a la conclusión de que no hay pruebas que respalden la polémica teoría de que los niños enfrentan crecientes riesgos de padecer un cáncer debido a las líneas de electricidad en sus casas y a cables del tendido eléctrico. El estudio publicado estuvo encabezado el profesor Nick Day de la Universidad de Cambridge, y es la más amplia investigación emprendida hasta ahora sobre cánceres infantiles y campos electromagnéticos, aunque científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijeron que no es el estudio "definitivo" que esperaban. El estudio, publicado en la revista médica británica The Lancet, llegó a la conclusión de que los niños expuestos a altos niveles de energía magnética procedente de cercanos cables del tendido eléctrico, o de artefactos domésticos, no tienen mayores posibilidades de contraer leucemia o algún otro cáncer infantil que los niños expuestos a niveles menores. El estudio de 4.452 niños menores de 14 años comparó a cada uno de 2.226 diagnosticados con cáncer en los últimos 4 años, incluyendo todos los casos de leucemia en el país, con otros tantos niños saludables de la misma edad y sexo. En el proceso se midió el nivel de las emisiones magnéticas desde cables del tendido eléctrico cercanos a las casas y escuelas de los analizados hasta el interior de esos edificios, hallándose que un 2% estaban expuestos a niveles superiores a la medida índice de 0,2 microtesla. Científicos de la OMC dijeron en The Lancet que la investigación fue amplia y bien ejecutada, pero "no es el estudio 'definitivo' que los científicos esperaban". También señalaron que mientras los altos niveles de tales casos son raros en Gran Bretaña, un estudio en Estados Unidos había revelado un 10% de niños que presentaban niveles superiores, y un 15% en Canadá. Day recordó que en América del Norte había más casos expuestos porque la electricidad que se abastece en esa parte del mundo es a 110 vatios, mientras que en Europa es a 220. Eso significa que en América del Norte se usa el doble del volumen de corriente eléctrica que en Europa, lo cual produce un campo magnético más fuerte.
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