La oposición venezolana aseguró que el paro general que convocó ayer paralizó al 80% de los habitantes del país, mientras que el gobierno de Hugo Chávez sostuvo que la protesta fracasó porque están trabajando los que producen el 81% del PIB, en una jornada que se desarrollaba sin incidentes.
El paro hizo tambalear la mesa de negociación entre el gobierno de Chávez y sus antagonistas, y en la que funge de facilitador el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, que de hecho suspendió sus reuniones hasta tanto la oposición levante la protesta.
El presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega aseveró a periodistas que "el paro se extenderá" por un supuesto "plan de amedrentamiento" puesto en práctica por el gobierno.
El vicepresidente venezolano José Vicente Rangel expresó, por su parte, que "si el paro ha sido casi total, como dicen ellos, no encuentra la justificación para pasar de un paro exitoso a un paro activo y en todo caso prácticamente insurreccional".
El comandante general de la militarizada Guardia Nacional, Eugenio Gutiérrez, confirmó que se han detenido a algunas personas porque "trataban de sembrar la intranquilidad" colocando tachuelas en avenidas o porque intentaban impedir que los trabajadores ingresaran a sus puestos de trabajo.
"Más de 16 millones de personas están participando en esta actividad de protesta", aseguró el secretario general de la CTV, Manuel Cova. Por su parte la ministra del Trabajo María Cristina Iglesias replicó que "los sectores que producen 81% del Producto Interno Bruto (PIB) del país están trabajando normalmente". "En muchísimos lugares de trabajo el paro ya fracasó, es más, nunca comenzó (...) la situación es de normalidad", agregó la ministra.
Iglesias insistió en que la protesta de la oposición era "ilegal y desestabilizadora", al recordar que un paro similar desembocó el pasado 12 de abril en un golpe de Estado que sacó del poder por 47 horas a Chávez. |