La industria cafetalera se ha visto perjudicada con las inundaciones que ocurrieron en Boquete.
Ramiro Santos, capataz de una finca de café, dijo que no hay mano de obra, porque muchos indígenas salieron con miedo del lugar y no han regresado porque continúa lloviendo.
Por otro lado indicó que la vía principal de Bajo Mono está obstruida por los deslizamientos de tierra y es imposible trasladar la cosecha a los mercados para la comercialización.