Sacando fuerzas de flaqueza, al ver que las inundaciones arrasaron con el fruto de su esfuerzo, el árbitro de béisbol Edgar Stevenson conversó con Deportes EPASA sobre su condición, luego del desastre natural que asoló a su provincia natal, Bocas del Toro.
El hombre que ha recorrido estadios en Panamá y en diferentes partes del mundo, calificó la situación de "caótica", especialmente en la comunidad de Changuinola, donde tanto él como sus vecinos tienen muchas necesidades.
Pérdidas. La crecida de los ríos del lugar provocaron que un metro y medio de agua penetrara en su vivienda, que evacuó con su esposa y sus tres hijos, quienes se refugian en un helipuerto cercano.
"Sí se perdió material como es la estufa; la refrigeradora se dañó", precisó el árbitro, que también manifestó que sus útiles de trabajo se deterioraron.
Sin embargo, logró recuperar parte de la ropa de su familia y, al momento de esta entrevista, se encontraba limpiando su casa junto a su hermana, para sacar otras pertenencias.
Prioridad. Este incidente mantiene a Stevenson concentrado en reordenar su vida y la de sus familiares, por lo que no piensa en sus futuros compromisos, entre ellos su participación en los campeonatos nacionales y en el Segundo Clásico Mundial de Béisbol.
"Yo sé que de aquí a enero por lo menos, si no llueve más en Bocas del Toro, vamos a restablecer algo de lo que tengamos aquí para poder trabajar en el béisbol", declaró.
Necesidades. El agua, la comida seca y el gas escasean en las comunidades, expresó Stevenson, quien denunció que los comerciantes han aumentado los precios de estos artículos.
"El comercio no sé por qué lo está haciendo, si esa mercancía ya estaba aquí", dijo el árbitro.
Ayuda. A nivel individual, Stevenson reveló que el director provincial del Instituto Panameño de Deportes (PANDEPORTES), Jerónimo Shepperd, realizó una evaluación de su situación.
El entrevistado hace un llamado al pueblo panameño para que se solidarice con ellos y les brinden la ayuda necesaria.