Saludos, amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en el Viernes de Cucarachas, hacemos un alto y llamamos a la reflexión, sobre un caso especial que me preocupa y por partida doble.
Primero, la dirección de Pandeportes que fija un trabajo para el Estadio Agustín "Muquita" Sánchez de miles de balboas, muchos, pero muchos miles de balboas; y segundo, una dirigencia muerta que no opina, no dice nada y calla y como decía alguien por allí, el que calla, otorga.
No puede ser que Pandeportes designe una nueva partida para un estadio que ya ha sido remodelado, sería como darle una bofetada a la familia del béisbol que triste mira a su derecha y solo ve un lujoso estadio, y mejor es no verse al espejo.
Ya son dos remodelaciones grandes que sufrirá en dos periodos gubernamentales, y el béisbol solo se mira al espejo y se ve como una figura arcaica, poco decorosa y algo andrajosa.
¿Y la dirigencia? ¿Qué dice? ¿Por qué calla?
No se ha escuchado la voz de la presidencia del béisbol, de Leonardo Ortega, tampoco de sus presidentes de ligas provinciales, mucho menos de sus peloteros, de la afición y de nadie. Todos callan y guardan silencio cómplice.
El pobre Justino Salinas, el estadio sin tablero electrónico, con torres eléctricas dentro del terreno, el mismo donde hay asientos, que se paga por un juego y se ven solo siete jugadores. Bola negra, nuevamente para el estadio de béisbol, para el Justino Salinas y demasiado consentimiento al "Muquita".
¡Viva el béisbol!