Los hijos de Deysi Santiago Pineda, de 8 y 14 años de edad, sufrieron la peor impresión de su vida el domingo pasado cuando entraron a su casa, la 397 ubicada en Nuevo Tocumen, corregimiento de la 24 de Diciembre. Su madre yacía muerta en medio de un charco de sangre.
Regresaban en la noche de un paseo con su padre y notaron que la puerta de la casa estaba abierta. Deysi, quien laboraba en el Banco Nacional, estaba en un charco de sangre, boca abajo, y al lado de un bate de béisbol. La casa no estaba revuelta. Las puertas y ventanas no estaban forzadas, por lo que se descarta, preliminarmente, el robo.
No se escucharon gritos, nadie vio a nadie escapar. Se conoció que la hoy occisa se encontraba separada de los padres de sus dos hijos. Residía en el sitio hace cinco años.
Su muerte es un misterio por el momento. Se espera el resultado de la necropsia para determinar cómo fue su muerte y ubicar algunos detalles.