En este Mensaje al Corazón tocaremos el tema; Sirva, no se canse. ¿Forma usted parte de algún grupo juvenil ¿Está trabajando usted en una parroquia, en una comunidad cristiana o en alguna asociación de beneficencia? ¿Está usted casado? ¿Tiene familia? ¿Trabaja en alguna empresa o en una oficina? Hoy le digo: Sirva, no se canse.
El cansancio le llega a usted cuando trabaja y trabaja y los frutos de su trabajo no se ven. Usted quisiera que las cosas sucedieran más rápido. Es comprensible que se canse cuando no le reconocen todo lo que usted hace en su casa, en su familia, en su oficina o en su comunidad cristiana. Y también es normal que usted se canse cuando no le agradecen las cosas que hace con tanta bondad y generosidad. También el cansancio le llega cuando va perdiendo motivación, cuando ya no le encuentra sentido profundo a lo que está haciendo. Es normal que el cansancio llegue cuando en su corazón la presencia del Señor no está tan Viva, Crítica en Línea como en el pasado; usted se ha ido debilitando espiritual mente.
Pero yo le digo en este Mensaje al Corazón; Sirva, no se canse, porque el servicio es una forma de realización. En el servicio usted desarrolla sus cualidades y carismas. En la medida que usted sea un buen esposo, un buen padre de familia, una buena esposa, una buena mamá, un buen trabajador, un buen obrero, un buen jefe, un buen cristiano; en esa medida usted se realiza. En la medida en que usted desarrolle sus cualidades sirviendo en donde tiene que servir, en su asociación, en su comunidad, en su grupo, en su partido político, en ese lugar en donde el Señor lo ha ubicado; usted se realiza. Por eso, sirva, no se canse, pues es también en beneficio suyo.
Sirva, no se canse, ánimo. Porque servir es vincularse a otras personas, es hacerse parte de otros. Cuando usted en verdad sirve, se va identificando con otros, va compartiendo el sufrimiento, el dolor de otros y va sintiendo que ya es parte de los demás. Cuando usted en verdad sirve, se pone en el lugar de otros, los comprende más y comienza a nacer en el corazón de las demás personas y así va rompiendo su soledad. Hoy le decimos: Sirva, no se canse. El Señor lo ama, el Señor le dará la fuerza necesaria para servir, porque ¡CON ÉL, USTED ES INVENCIBLE!