Mariela Mirones García ve la luz por primera vez en la ciudad de Panamá, pero su niñez y adolescencia la vivió en Ocú, provincia de Herrera, por lo que se considera una interiorana.
Realizó estudios secundarios en la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía y obtuvo dos títulos universitarios en Educación para el Hogar y Profesorado de Segunda Enseñanza. También es Magíster en Desarrollo de Sistemas Educativos con Especialización en Supervisión y Currículo.
Considera que la poesía "es un sentimiento que nace con uno, no es una intensión de escribir sino una necesidad interna de expresar lo que uno percibe y observa del mundo que le rodea".
Cita como ejemplo de su inspiración: la puesta del sol, el sol naciente y la lluvia cayendo, lo cual da como resultado que salga a flote la poesía y el verso.
Aunque desde muy pequeña escribió muchas poesías que no guardó, excepto una que le hizo a su madre a los 12 años cuando la mandaron a estudiar a Panamá "y expresaba la nostalgia de no estar cerca de ella y del contacto con el resto de la familia".
No tuvo formación en su carrera poética más que el mundo que la rodea, la lectura de versos de grandes poetas y dentro de las raíces de su familia se encontró que a su padre le gustaba escribir versos y a su madre dibujar, semilla que también germinó en Mariela.
Con suma modestia se define "como una escritora que acaba de nacer y que tiene mucho que aprender, pero mi poesía tiene mucho sentimiento no sólo mío sino de la gente y las cosas que vivo".
Ahora que ya se ha puesto en la tarea de recopilar y clasificar sus poemas, calcula que tiene alrededor de 300 poesías de las cuales logró grabar algunas en un CD para hacerlo llegar a familiares y amigos.
Lamenta que la poesía se esté perdiendo por lo que recomienda cultivar un poco más los talleres de poesías en las escuelas e incentivar a los niños a que escriban sus versos "hay mucho talento que se pierde en la niñez porque no se cultiva ni en la casa ni en la escuela".