La sexualidad nos acompaña desde el nacimiento hasta el fin de nuestros días y experimenta variaciones.
En la vejez debemos aprender a recibir y aceptar estas variaciones y no tomarlas como una secuela del pasado, sino tratar de aprovecharlas y desarrollarlas de la mejor manera posible buscando nuevas experiencias y sensaciones satisfactorias.
Existe una serie de cambios físicos en esta etapa de la vida, que afecta a la vida sexual: mayor dificultad para la erección, erecciones menos firmes, mayor periodo refractario, menor lubricación vaginal, sensaciones físicas más difusas, dificultad en los movimientos y posturas…
Pero también hay aspectos psicológicos que influyen fuertemente.
Para los ancianos puede ser extraño el aceptar una sexualidad que ya no tiene función reproductiva, a pesar de que anteriormente hubieran mantenido sexo sin pensar en este aspecto.
Para los varones, la impotencia es un signo de debilidad, de poca hombría, por lo que en muchos casos se prefiere un retiro completo de la sexualidad antes que tener que responder adecuadamente y no poder hacerlo en muchas ocasiones.
Otras formas de expresión sexual no suelen ser tan bien aceptadas debido a la idea social que relaciona el sexo con la penetración.
También el valor de su propia identidad cambia. El aspecto sexual es un rasgo de su persona como otro cualquiera, y en este momento está cambiando sin que pueda ejercer dominio sobre él. Se desea volver a ser lo que se fue.
De todo lo antes mencionado hay una cosa muy cierta, la ausencia o carencia de sexo es uno de los tantos aspectos que afectan la relación de pareja, pero hay que tener presente que la intimidad no lo es todo, y que hay muchas cosas que se pueden disfrutar en pareja.
Llegar a la tercera edad no es sinónimo de dejadez, por el contrario hay que mantenerse activo y con la mente libre de preocupaciones.
Recuerda, si ya eres parte de la tercera edad no tienes que tenerle temor al sexo, sino utilizar el diálogo con tu pareja, ya que ambos pueden tener un mundo de preguntas. No lo olvides, el sexo es y será placentero a cualquier edad.