Desde pequeños en casa y en la escuela primaria se nos inculca el hábito de alimentarnos sanamente, pero más que un hábito quizás sea un deber.
Sí, porque el organismo requiere de ciertas cantidades de nutrientes para desarrollar de forma óptima las diferentes funciones.
Una investigación de la Escuela de Medicina de Washington reveló que las defensas pueden paralizar la expansión de las células cancerígenas.
Pero para crear defensas fuertes, es necesario combinar una alimentación sana con la práctica de ejercicios y la ingesta de agua.
Por otro lado, tal vez lo que muchas amas de casa, incluso hombres que se aplican en el arte culinario, desconocen es que existen muchas frutas y vegetales que destacan en los beneficios que proporcionan al funcionamiento del organismo:
Por ejemplo, el ajo es un productor natural de glóbulos blancos, las verduras naranja (calabaza y zanahoria) y verde oscuro (espinaca) contienen carotenos, que ayudan a la glándula productora de linfocitos; la vitamina C es clave para mantener altas las defensas.
¡Ah!, y aunque el yogur se come por su simple exquisitez, es necesario que usted conozca que las bacterias que contiene conservan la flora intestinal sana y previene infecciones.
Así que, de ahora en adelante a incluir estos alimentos en la preparación de sus comidas.