Otro humilde trabajador cayó la noche del martes víctimas de las balas asesinas de maleantes que-para robarle el dinero de la jornada laboral-lo mataron.
El despachador de gasolina Porfirio Ramos Rodríguez, de 46 años, recibió un tiro en la espalda después que dos delincuentes lo emboscaron en la estación Texaco de la vía Domingo Díaz, en la entrada de San Cristóbal, en Juan Díaz.
Porfirio-quien era considerado por sus jefes como un excelente empleado, al punto que ganó varios premios-dejó en la orfandad a una hija adolescente y en el desconsuelo a su esposa Noemí, con la que convivió 17 años, y a su madre.
El monto de lo robado asciende a 150 dólares. Los delincuentes huyeron, pero fueron captados en video.