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Rusia intensifica sus ataques contra Chechenia
Agencias
Internacionales
El ejército ruso disparó intensamente este miércoles contra Grozny, la capital chechena, acercándose a ella e intensificando al mismo tiempo sus operaciones en esta república independentista, pese a los repetidos pedidos de las naciones occidentales de emprender negociaciones. Según un corresponsal de la AFP en el lugar, varios misiles fueron disparados en la jornada contra la capital, sometida además a un bombardeo aéreo y disparos de artillería. Uno de los misiles cayó cerca de la casa del jefe de guerra Chamil Bassaiev, que en ese momento se encontraba ausente, indicó un responsable checheno, Vaja Ibraguimov. Según fuentes no confirmadas, tres guardaespaldas suyos resultaron muertos. Moscú anunció que ofrecía un millón de dólares por la cabeza de Bassaiev. La intensidad de los bombardeos hacía prácticamente imposible la circulación en Grozny y toda verificación inmediata sobre los daños provocados por los bombardeos y el número de víctimas. Seis misiles tierra-tierra fueron lanzados contra Grozny y sus alrededores, especialmente contra el aeropuerto jeque Mansur y el oeste de la urbe, dejando 112 muertos y 220 heridos, según afirmó Ibraguimov. El corresponsal de la AFP en Grozny no pudo confirmar esas cifras ya que el bombardeo duró varias horas, lo que imposibilitó su desplazamiento. Desde hace varios días, las tropas rusas se acercan poco a poco a Grozny, y este miércoles se encontraban a una distancia de unos 7 km al noroeste y a unos 15 km al este, según el estado mayor. El presidente checheno Aslan Masjadov reconoció que las fuerzas federales rusas avanzaban lentamente pero desmintió su entrada en el poblado de Piervomaiskaya, en la periferia de Grozny, como lo anunciaron el martes los militares rusos. En cambio Masjadov reconoció que la segunda ciudad chechena, Gudermés (este), era escenario de intensos combates. El martes por la noche, Estados Unidos y Holanda instaron una vez más a Moscú a un diálogo, declarándose "profundamente inquietos" por la situación en Chechenia. Los llamados parecían vanos y, por el contrario, el presidente ruso Boris Yeltsin repitió este miércoles que las autoridades rusas querían "terminar con el terrorismo, terminar para siempre con el terrorismo internacional en Chechenia". Para Moscú, se trata de eliminar a los "terroristas" islamistas, acusados de ser responsables de una ola de atentados que provocaron 293 muertos en agosto y septiembre en Rusia. En Grozny, el propio presidente Masjadov rechazó la eventualidad de conversaciones y acusó al primer ministro ruso, Vladimir Putin, de "buscar sólo la revancha". Pero también expresó su confianza en que los dirigentes del Cáucaso del Norte puedan servir de intermediarios con Moscú para poner fin al conflicto. Como consecuencia de combates en la república de Chechenia, el número de refugiados seguía aumentando este miércoles, llegando a unas 190.000 personas, según estimaciones oficiales rusas. Finalmente, el jefe de los servicios rusos de migración, Vladimir Kalamanov, anunció que tenía la intención de abrir próximamente cinco pasos para los refugiados chechenos. Desde el sábado, las fuerzas federales bloquean totalmente la frontera con la república de Inguchia, hacia donde huyeron la mayor parte de los refugiados. "Dos pasos serán abiertos en Daguestán, uno en Inguchia, uno en Osetia del Norte y otro en la región de Stavropol", los territorios que rodean Chechenia, agregó Kalamanov en conferencia de prensa, sin dar más detalles. "La situación de los refugiados en Inguchia es extremadamente difícil", explicó, reconociendo que los lugares de acogida son muy limitados. "Más de 100.00 personas han sido acogidas por personas privadas en Inguchia", subrayó, recordando que la república ingucha cuenta con menos de 300.000 habitantes.
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"La situación de los refugiados en Inguchia es extremadamente difícil", explicó, reconociendo que los lugares de acogida son muy limitados. "Más de 100.00 personas han sido acogidas por personas privadas en Inguchia", subrayó, recordando que la república ingucha cuenta con menos de 300.000 habitantes.
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