Los acontecimientos que se han desencadenado en el país en las últimas semanas, que por un lado han llenado de luto y dolor a la ciudadanía y por el otro nos han permitido realizar el acto patriótico más trascendental de los últimos años, hacen obligante, por hoy, relegar nuestras informaciones sobre el cooperativismo.
Quizás sea la solidaridad con los familiares de los fallecidos por el síndrome de insuficiencia renal aguda y de los trágicamente muertos en el bus que se incendió, lo único que podamos expresar los cooperativistas en esta hora de dolor, y así lo consignamos.
Claro está, sin dejar de exigir a las autoridades correspondientes una exhaustiva y objetiva investigación para dar con los culpables de estos hechos, y ya sea por negligencia ó criminalidad, que se apliquen las respectivas sanciones.
Consideramos que éstas dolorosas y trágicas circunstancias permiten al gobierno detectar si ha habido algún acto de corrupción y es el momento de demostrar que se quiere lograr el grado de "cero corrupción" prometido.
En cuanto al recién celebrado referéndum para aprobar o desaprobar el proyecto de ampliación del Canal, el triunfo del SI no puede ser opacado por el alto porcentaje de abstención de los que no concurrieron a las urnas.
Votaron 924, 092 personas, lo que en porcentajes se sitúa en un 43% de los que deberían haber concurrido a las urnas. Para el SI dieron su voto 705, 284 panameños, un 77.8% y por el NO, 201, 105, los que en porcentajes representan el 22.2%.
Si dividiéramos generosamente el porcentaje que no votó, en porcentajes iguales, definitivamente el SI, seguiría triunfando por un amplio margen.
Pero el porcentaje que no se ha definido es el de los jóvenes y no tan jóvenes que no fueron a votar. Sería decepcionante que el porcentaje de jóvenes fuera mayor.
En nuestros tiempos de jóvenes participamos en esa lucha generacional por recuperar la Zona del Canal. Al grito de "yankees go home", toda la juventud panameña se movilizaba. Eran los tiempos cuando nos llamaban "comunistas" ó "tontos útiles". Pero con la estrategia del General Torrijos recuperamos nuestro bien más preciado.
Y ahora que tenemos el Canal, que bajo la administración de panameños nos rinde mayores beneficios y que hasta los extranjeros elogian la labor que rinden esos compatriotas, ¿no nos importa su futuro?.
Sería conveniente que se calculara el porcentaje de jóvenes que no fue a votar. Eso nos daría la oportunidad de analizar que están pensando nuestros jóvenes, futuros beneficiarios de las actividades laborales y comerciales del Canal.
No creemos que los jóvenes de ayer fueran más patriotas que los de hoy; no creemos que la presencia de tropas extranjeras en el Canal fuera lo único que nos motivara a luchar por él. Tiene que haber otros motivos y sería bueno conocerlos.
